Llega al Cáceres Patrimonio para aportar defensa, bloqueo, rebote, pero Bakary Konate (Bamako, Mali, 15 de diciembre de 1993) asegura que puede aportar más. «Sí tengo una mentalidad defensiva, de ayudar a mis compañeros, taponar, rebotear y terminar las canastas con fuerzas, pero además he mejorado mucho mi tiro de tres», cuenta en un correcto castellano, aprendido en su etapa de formación en la cantera del Gran Canaria.

Había estado en Estados Unidos peleando por dar el salto a la NBA, aunque sin demasiada fortuna (estuvo vinculado a los Texas Legends de la G-League, la competición filial de la mejor liga del mundo). Ahora ha vuelto a España porque la oferta del Cáceres le ha seducido. «Es un buen sitio para mí, esta es una de las mejores ligas», asegura este enorme pívot de 211 centímetros de altura, corpulento y con potentes brazos, pero con cara de niño. Lleva varios días estudiando las jugadas de su nuevo club, pero no será hasta hoy cuando empiece a entrenar junto a sus compañeros, a los que conoció ayer. Espera, tanto él como el cuerpo técnico, que la adaptación sea rápida y este mismo viernes pueda empezar a colaborar en el partido ante el Huesca en el Multiusos.

«Es un jugador con buenas referencias, con unas características que nos hacían falta, que se amoldan a lo que yo quiero hacer, es decir, transiciones rápidas», añade el técnico Roberto Blanco. «Va a dar un plus al equipo por su energía», apunta el placentino, que también cree, como el jugador, «que no viene solo a defender, también va a anotar». El preparador, que aseguró que era «un día importante para el Cáceres» para la llegada del nuevo jugador, también hizo hincapié en el «enorme» esfuerzo que está haciendo la junta directiva para que el proyecto salga adelante. Incidió en ese mismo aspecto el presidente del club, José Manuel Sánchez. «Es una apuesta gorda para que el equipo suba donde se merece», añadió.