En el Cáceres Patrimonio de la Humanidad se acostaron felices el viernes (victoria por 80-75 ante el Iberostar Palma remontando de forma épica 14 puntos en el último cuarto) y ayer volvieron a hacer lo mismo. Durante toda la tarde sus responsables siguieron de cerca lo que sucedía en los encuentros de dos de sus rivales directos, Araberri y Barcelona B, con la esperanza de que perdiesen. Y lo hicieron, para satisfacción extremeña.

Los vascos presentaron mucha batalla en la pista del Oviedo, que no logró despegarse hasta los últimos minutos para acabar imponiéndose por 71-63. Y en Barcelona, el filial azulgrana estuvo por delante del Tau Castelló durante la mayor parte del choque, llegando a tener más de una decena de puntos de ventaja por momentos. Sin embargo, el conjunto levantino reaccionó en la recta final y se llevó la victoria (57-62).

La situación se aprieta por abajo a la espera de lo que suceda esta mañana entre el Bilbao Basket y el colista, el Prat (6-19). El Cáceres queda igualado con el Araberri con un balance de 7-19, muy cerca del Barcelona B (8-18). Quien sí se ha despegado un poco es el Canoe, que el viernes rompió su racha de siete derrotas seguidas ante el Lleida (65-64) y se pone con 9-17.

La felicidad del capitán

Lo principal de todo fue la remontada del viernes, que se empieza a ver como un punto de inflexión en la temporada por el modo en el que se produjo, aunque habrá poco tiempo para disfrutarla porque el miércoles vuelve a ver partido, precisamente en Prat.

«Estamos muy contentos. Llevábamos mucho trabajo detrás, aunque no estaba saliendo. El deporte profesional es así: si no llegan las victorias, se cuestiona el trabajo. Nosotros siempre hemos seguido creyendo y se ha visto», comentó Luis Parejo tras vencer al Iberostar Palma.

El capitán se mostró muy satisfecho por haber «vuelto a tener la conexión con la afición que necesitamos. Nos han animado cuando teníamos momentos de bajón» y aseguró que la diferencia respecto a partidos anteriores que se habían perdido se había centrado en que el equipo no había perdido la concentración en ningún momento.

«Hemos estado metidos los 40 minutos, haciendo lo que teníamos que hacer, aunque teníamos ansiedad por ganar», declaró.

Parejo espera que esto sea «un empujón de adrenalina» y reiteró su fe «en este equipo y en el cuerpo técnico. Confío en que haber ganado este partido solo sea el principio y salgamos de abajo».