Es placentino y desde que comenzó en las competiciones de triatlón en el 2010, no se ha bajado del podio: campeón del mundo de duatlón en el 2014, campeón de España de duatlón cross 2013, bronce en el Campeonato de España de cuatlón 2014... La lista de logros de Miguel Coca (1977) es larga y lo ha hecho con una dificultad añadida, ya que desde los 26 años padece esclerosis múltiple (EM).

«La enfermedad fue durísima conmigo, me trató fatal, llegue a estar en silla de ruedas. Hasta llegó un momento en que solo movía la cabeza y el brazo derecho». Con estas palabras Miguel Coca cuenta cómo a los 26 años le diagnosticaron esclerosis múltiple y cómo en ese momento el deporte dejó de ser una actividad más para convertirse en una «medicina», una forma para poder enfrentarse a su enfermedad y superarla día a día.

Pero los inicios en el mundo deportivo del ahora atleta profesional se remontan a mucho antes, cuando era pequeño y, como otros niños, dedicaba su tiempo libre a practicar baloncesto en las filas de varios equipos extremeños. Pero no pudo volver a retomarlo pues «no era capaz de coordinar». Sin embargo no se despidió del deporte, solo cambió de modalidad. «Cuando pude volver a ser autónomo, en cuanto al movimiento, me aventuré e hice el Camino de Santiago, quería romper moldes».

Dicho y hecho. Rompió moldes y demostró y sigue demostrando que todo se puede si uno quiere. Con sus triunfos no solo gana de manera personal, si no que ayuda a dar voz y visión sobre una enfermedad de la que todavía hay mucho «desconocimiento» en la sociedad.

Raid de aventura

En el año 2009 decidió empezar un nuevo camino lanzándose a las pruebas de aventuras como integrante del equipo que recibe el nombre de la asociación de esclerosis múltiple de Plasencia. «Con Antonio de la Rosa encontré la oportunidad de correr el campeonato del mundo de raid de aventura, 770 kilómetros en cinco días sin parar, siendo una de las pruebas más importantes de mi vida», confiesa.

Si este tipo de pruebas, que duran varios días soportando condiciones extremas, son muy exigentes para personas en buen estado físico, lo son aún más para una persona con esta enfermedad degenerativa. Y a todo esto hay que sumar que no existe ninguna categoría exclusiva para personas con discapacidad en los raids.

Pero ninguna dificultad consigue frenar a este placentino que, sin miedo a continuar con nuevos desafíos, ya ha comenzado los entrenamientos para afrontar un nuevo reto, la Non-Stop Madrid-Lisboa 2019, en la que ya compitió en la edición del 2016. La prueba tiene 700 kilómetros y un tiempo tope de 55 horas para completarla. Pero Coca no estará solo, forma un equipo junto a otros tres compañeros. «El objetivo es terminar la prueba, no el lugar en el que terminemos. Lo más importante es ir preparados, ya que en este deporte no se puede dejar nada a la improvisación».

Beneficios del deporte

«Está demostrado que el ejercicio en la esclerosis múltiple es muy beneficioso. En mi caso el deporte es mi medicina», proclama. Y es que esta enfermedad que afecta al cuerpo de manera degenerativa puede llevarse de manera más fácil con un buen ejercicio físico.

Si la práctica de cualquier actividad es buena y recomendable para personas en condiciones sanas, lo es más aún para personas con esclerosis múltiple. Entre los distintos beneficios, estar en forma contribuye a que la recuperación sea distinta y permite afrontar la enfermedad con más «calidad». Uno de los aspectos a los que más afectada es la fatiga, la práctica de deporte de manera continuada ayuda a que esta sea cada vez menor.

Por ello Miguel Coca anima a que todo aquel que padezca esta enfermedad haga deporte o cualquier ejercicio. «Si le gusta bailar, que baile, si le gusta pasear, que pasee, pero que no se quede en casa. Si no, la enfermedad te come».

A sus ‘cuarenta y tantos’ años, este extremeño ha demostrado que pese a las adversidades se puede ser deportista de élite, que la enfermedad no es límite para que la superación sea el objetivo de cada día.