El Cáceres Patrimonio de la Humanidad organizó un pequeño acto en la tienda de Spagnolo, en la clasiquísima calle Pintores, para presentar la ropa llevará su cuerpo técnico la próxima temporada. Aquello se convirtió en un coro colectivo: hay muchas ganas de empezar la pretemporada. El ‘mono’ de basket se les irá pronto: los jugadores están citados el lunes, pero hoy empezarán ya los reconocimientos médicos.

«Está siendo un verano muy largo y estamos expectantes de poder arrancar»», resumió Roberto Blanco, el entrenador jefe. Tras hacerse cargo del equipo a mitad de la pasada campaña, en esta podrá tener más el control del ‘producto’. «Esta plantilla está más acorde con mi manera de ver el baloncesto, no como las del año pasado, la del principio y la del final. Tuvimos muchos problemas, quitando y añadiendo piezas con la imperiosa necesidad de salvarnos. El aficionado va a ver un equipo diferente», pronosticó.

«El año pasado fue un sueño hecho realidad, y ahora es una realidad hecha sueño. Solo pienso en hacerlo lo mejor posible y no cometer errores que puede comentar la temporada pasada. Es uno de los mayores orgullos que puedo tener como cacereño, placentino y extremeño. Es muy emocionante y creo que estaré a la altura de un club como el nuestro», añadió.

A su lado tendrá dos nuevos ayudantes: Armando Gómez y Javier Salas. Él parece contento con la reforma porque, apunta, «el club ha hecho un esfuerzo enorme para completar algo muy necesario». «Echarán una mano para los detalles que se me puedan escapar. Armando es un activo muy importante, reconocido en el baloncesto nacional. Y Javi es un entrenador de nuestra cantera que está creciendo. Entre los tres haremos un trabajo más completo y exhaustivo del que se ha hecho hasta ahora», indicó.

Blanco dijo que se sigue trabajando para tener el pívot que falta «lo antes posible» y que «no hemos parado de buscar a los jugadores del perfil que queremos. La paciencia siempre ha sido importante para nosotros y ahora no nos vamos a precipitar. No nos podemos equivocar». Se negó a referirse a aspectos económicos por que «hablar del presupuesto constantemente nos debilita. Lo que queremos son jugadores que se adapten a nuestros perfiles. Hay muchos, y con cachés distintos, pero a los que hemos contratado, nos gustan y son de nuestra manera de ver el baloncesto».

Los nuevos ayudantes

Gómez se refirió a que el proyecto que le planteó Sergio Pérez, actual director deportivo del Cáceres y al que dirigió en la temporada 2014-15 en el Fuenlabrada B, fue «muy ilusionante». «Vengo a sumar mi experiencia, haber estado muchos años en el lugar en el que ha estado Roberto como primer entrenador tomando las mejores decisiones. Espero ayudar lo máximo posible, ser lo más útil posible. Es cierto que llevaba mucho tiempo de primer entrenador, pero este año tenía la ilusión de ser ayudante, vivir una forma diferente de entrenar, otra perspectiva, hacer crecer a los jóvenes», comentó. Aparte de su papel en el primer equipo, también dirigirá al filial que militará en la Liga EBA. «Ojalá dentro de un tiempo haya más de un cacereño en el equipo. No es un trabajo fácil porque requiere mucho tiempo y mucha paciencia. Hace falta un recorrido», declaró el madrileño, de 35 años.

El ‘triunvirato’ lo completa Javi Salas, cacereño que lleva cinco años trabajando en la cantera del club, radicada en el San Antonio. «Estar al otro lado es una ilusión tremenda, con mucha ambición y ganas de aportar mi granito de arena en lo que haga falta», apuntó. No perderá de vista la formación ya que seguirá teniendo equipos de base a su cargo.

Quien es fijo desde que se creó el Cáceres, hace trece años, es Mario Díaz Hellín, que mantendrá su papel como preparador físico. «No me planteaba estar tanto tiempo, pero sigo aquí y será porque el trabajo que se está haciendo está en el buen sentido. Ojalá otros trece años», soltó, también expectante ante el reto de la nueva temporada. «A ver cómo conseguimos encajarlo. Intentaremos llegar lo mejor posible a los primeros partidos. El perfil del equipo es más físico, más atlético, más exigente, en la línea que quiere nuestro cuerpo técnico. Yo tengo la ilusión como si fuese el primer año, pero con la tranquilidad de saber a qué te enfrentas, en un mundo en el que has crecido y al que te querías dedicar», incluyó.