«Todos se han sentido importantes y esa es la clave, ser un equipo», decía Roberto Blanco cuando los ecos de la victoria del Cáceres Patrimonio de la Humanidad aún resonaban en el pabellón Municipal de los Deportes de Huesca. Un último cuarto donde los verdinegros rozaron la perfección le permitió no solo llevarse el triunfo, sino también recuperar el average ante un conjunto oscense que ahora se queda a dos victorias de los extremeños.

14-31 fue el parcial del cuarto final, más escandaloso aún si se reduce a los seis últimos minutos: 8-27. En esa manga que cerraba el partido Niko Rakocevic consiguió 12 de los 16 puntos con los que cerró el partido, los mismos de Arkeen Joseph. Y Ricardo Úriz, máximo anotador del partido con 19 puntos (4 de 8 en triples), hizo 10 en los minutos de la remontada del Cáceres.

«Decir que esperaba que metiéramos 31 puntos es un poco presuntuoso por mi parte», decía Blanco cuando le preguntaban por la reacción de sus jugadores en el último cuarto, «pero tenemos un equipo con facilidad anotadora en determinadas situaciones», aclaraba.

Rakocevic, Joseph y Úriz no fueron los únicos verdinegros que acabaron con dobles dígitos en anotación. En 10 se quedó Ferrán Ventura.

«Ha sido un partido de anotar, de ver quién anotaba más y quien defendía menos», decía Roberto Blanco, que por encima del poder anotador (94 puntos es el máximo que ha conseguido el Cáceres esta temporada), destacaba la mejoría defensiva del final. «El partido se define en el último cuarto, en los 14 puntos recibidos. Hemos estado muy intensos, con la agresividad que se requiere para ganar en una cancha como esta».

El Cáceres ha empezado así con victoria la segunda vuelta, y las aspiraciones de mirar hacia arriba sigue intacta, decía el técnico. «El equipo ha creído en sus posibilidades, en el juego colectivo. Es muy importante para nosotros», concluía Roberto Blanco, que ya piensa en la visita al Multiusos del colista Marín, que ayer perdió ante el Valladolid.