Jordy Kuiper se ha convertido en el segundo jugador del Cáceres Patrimonio de la Humanidad en abandonar la disciplina del club y volver a su país. Recibió el permiso de marcharse a Holanda a la vista de que en España ni tenía posibilidad de entrenar con sus compañeros (las instalaciones deportivas están clausuradas) ni tampoco hay visos por ahora de cuándo puede retomarse la competición en la LEB Oro y el resto de competiciones federativas de baloncesto.

Kuiper contó con la comprensión del Cáceres, que ya había dejado marchar el domingo a Arkeem Joseph a Estados Unidos también con la promesa de que regresará si la liga se retoma con el suficiente margen para poder concluirse, algo que no está nada claro.

El resto de jugadores continúa en la ciudad, incluyendo los otros dos extranjeros de la plantilla, el montenegrino Niko Rakocevic --totalmente integrado en España desde hace años-- y el serbio Milan Nikolic, que tuvo sus dudas, pero que por ahora ha decidido quedarse. A todos se les han dado una serie de indicaciones para que se ejerciten por su cuenta para que no pierdan el nivel físico, pero la situación es obviamente complicada e impredecible, como sucede en todos los clubs.

El Cáceres todavía no ha decidido qué hacer a nivel laboral con sus profesionales. Desde luego, no puede descartarse en absoluto que acabe acogiéndose a un ERTE, como ya ha anunciado que hará el Levitec Huesca, de su misma categoría.