Extremadura será la primera región de España donde los aficionados puedan presenciar el fútbol en vivo. Será este fin de semana con motivo de la disputa en Mérida del playoff de ascenso a Segunda División B. Se ha autorizado, desde la Federación Extremeña de Fútbol y la Junta de Extremadura, la venta de 1.250 entradas por partido y club. En total, las gradas del Romano se poblarán con 2.500 personas. Apenas un 16 por ciento de los 15.000 asientos que tiene el estadio emeritense.

Este factor repercutirá en los hosteleros de la zona, que esperan con los brazos abiertos a los aficionados del Villanovense, Coria, Cacereño y Extremadura B. En los aledaños al estadio Romano hay más de una decena de negocios de restauración y sus ingresos, en gran medida, dependen del fútbol y sus típicas previas.

«Es difícil hacer una estimación de la caja que haremos, pero sí te puedo decir que las mejores cifras que he obtenido en mi local han sido en los días de partido. En concreto, en las visitas del Extremadura y Badajoz. La caja podría rondar los 2.000 euros cada día de partido», cuenta Francisco Javier Díaz, gerente del Bar La Muralla, ubicado a escasos metros del estadio.

En este sentido, valora la vuelta de los aficionados al fútbol. «Nosotros vivimos mucho de esos días de partido. He doblado el suministro para este fin de semana. Supone un empujón después de la crisis, y la hostelería lo necesita, por eso no entiendo que se intentase evitar la presencia de aficionados», confiesa.

«No terminé de entender que se quisiera prohibir la entrada de 2.500 personas a un recinto donde caben 15.000 y que luego se permitiese la celebración del Festival de Teatro Romano. Llamé a la Federación Española de Fútbol cuando suspendieron la venta de entradas, no era lógico», asegura el propietario del negocio.

Por su parte, otro establecimiento muy vinculado al mundo del fútbol es el mítico Bar Nevado, también cercano al recinto deportivo y que congregaba en las previas a cientos de aficionados en su interior y terraza. Su propietario, Michel Nevado, asegura que este evento supone una «inyección para los negocios de la zona, después de tanto tiempo cerrados por la pandemia».

Seguridad e higiene

Otro de los temas que ocupan a los hosteleros de la zona es la seguridad propia y ajena ante el covid. «Nosotros estamos cumpliendo la normativa vigente, tenemos limitado el aforo de nuestro local y los aficionados que vengan pueden estar tranquilos, porque llevamos mascarillas y desinfectamos todas las mesas y asientos», indica Nevado.

En concreto, las medidas que recoge el protocolo para los negocios de hostelería incluyen la limitación del aforo en interior y terraza, la limpieza y desinfección del local, mesas y sillas, y la utilización de la mascarilla. «Nosotros estamos cumpliendo a rajatabla con todas las medidas de seguridad, así que los aficionados pueden venir tranquilos. Desinfectamos la barra, las mesas, los cuartos de baño, todo», describe Francisco Javier Díaz.

Además, el propietario del bar La Muralla también apela a la responsabilidad de los usuarios. «Nosotros, desde nuestro local, estamos poniendo todos los medios, pero también los clientes deben tener cierta responsabilidad para no volver para atrás, porque se están produciendo rebrotes y hay que tener cuidado», apunta Díaz.

Por tanto, otra de las cosas que trae esta medida inédita en el panorama nacional será la recuperación de las previas en los bares cercanos al estadio Romano de Mérida. Una buena noticia para los negocios del sector de la capital autonómica y también una prueba de fuego para la responsabilidad de los aficionados.