Primer mes de competición en el grupo V de Segunda Federación y la suerte va por barrios. O por provincias, diríamos más acertadamente. La del norte de Extremadura, la de Cáceres, ve como Cacereño, Diocesano y Coria están realizando un ilusionante inicio de temporada con victorias de prestigio y solidez. En algunos casos, como el del Diocesano, todavía invicto en el campo, aunque le penaliza esa derrota en los despachos tras el empate ante el Alcorcón B.
De momento, sigue siendo el Cacereño el que abandera la mejor clasificación tras su victoria ante el Atlético Paso plagada de orden y efectividad. Está rentabilizando muy bien sus goles el equipo de Julio Cobos que, fiel a su estilo, está preservando más tener segura la defensa, que realmente es donde se cimentan las victorias en esta categoría. En tres de los cuatro partidos ha logrado dejar la puerta a cero.
Impresionante, en fútbol y vistosidad, está el Diocesano, que si no hubiera sido por su derrota en los despachos estaría haciendo tambalear ahora mismo el liderato del grupo con un partido menos que recuperará el 12 de octubre en campo del Cerdanyola de Cataluña.
Nadie contaba con este equipo plagado de talento. Nadie, menos Adolfo Senso, que es un pescador de categoría en el fútbol de juventud. Dos chavales de 23 y 20 años, Del Valle y Rayco, dieron el triunfo con dos golazos. Ver los partido del Diocesano este año es una delicia por el talento de sus jugadores. No descarten que los grandes de Primera Federación estén enviando ya a sus ojeadores por los campos Manuel Sánchez Delgado.
Y que decir del Coria, que además de tener que abrir una nueva era con entrenador y plan renove de plantilla se enfrentaba a un segundo año que siempre suele ser más traicionero. Ganó en campo del Estepona, que estaba invicto. En el Coria, el gran protagonista es Toni Varea, su portero, que está haciendo una soberbia temporada en este inicio. Este balear de la cantera del Numancia ha venido para ganar minutos y nombre. Y vaya si lo está consiguiendo.
En problemas
Mal lo pasan los equipos de la provincia pacense. El Villanovense no carbura y lleva sólo un gol en cuatro partidos. Le está costando muchísimo.
El Montijo está atenazado por presión autoimpuesta de estar arriba. Veremos cómo se recupera del mazazo ante el Atlético B, que le remontó un 0-2 para tumbarlo por 4-2. Flojo en defensa.
Y lo peor para el Don Benito: cero goles en cuatro partidos. Es colista, y pese a que el empate ante la Gimnástica Segoviana puede ser un punto de partida, lo cierto es que la semana que viene necesita ya ganar sí o sí en Leganés o empezará a ser tarde.
