Fútbol. Segunda Federación

El Cacereño domina, pero pierde

El equipo verde cede ante el Navalcarnero en un choque en el se hizo un autogol y fue expulsado el defensa Aguado

Luis Aguado, tratando de parar a un rival.

Luis Aguado, tratando de parar a un rival. / CDA Navalcarnero

ÁREA 11

1-Navalcarnero: Sergio Valero; David Sánchez, David Uña, Fratelli, Ocaña, Luis Lara (Ian 60’), Miki Muñoz, Álex Gil (Abreu 84’), Asier Parra (Álex García 73’), Kun, Hugo Esteban (Brayan 84’).

0-Cacereño: Iván Moreno; Aguado, José Martínez (Traoré 82’), Molina, Samu Gomis, Telles (Ruymán 79’), Bermu, Samu Manchón (Sanchidrián 79’), Karim, Iván Fernández (David Grande 64’), Solano (Garci 64’).

Gol: 1-0 (69’): Molina, en propia puerta.

Árbitro: Martínez García (comité riojano). Amarilla a Asier Parra, Fratelli; Samu Manchón, José Martínez, Luis Telles y al suplente visitante, Pedro. Roja al visitante Aguado (2 amarillas, expulsado en el 75’).

Incidencias: Estadio Mariano González. Unos 700 espectadores en partido de la vigesimoprimera jornada del grupo V de Segunda Federación. Alrededor de 50 aficionados verdes. 

Volvió con las manos vacías el Cacereño de su visita al Mariano González de Navalcarnero (1-0). Los de Julio Cobos buscaban obtener premio en el río del nerviosismo de un rival que aún no conocía lo que era puntuar en el presente año. Tras un partido igualado, con muchas alternativas y merecimientos para haber visto más goles, el tanto local a falta de 20 minutos (el colegiado refleja en el acta que fue en propia meta de Molina en su intento por desviar la trayectoria del balón) y la expulsión de Aguado en el minuto 75 fueron decisivos para decantar un choque en el que los cacereños nunca perdieron la cara al mismo.

Arrancó el Cacereño muy metido en el encuentro y en los primeros cinco minutos de juego ya había creado dos ocasiones para cobrar ventaja en el luminoso. La primera de ellas en un remate de cabeza de Solano, a la salida de un córner, que se fue alto y, posteriormente, con una buena combinación entre Manchón y Karim que finalizaba con el cuero desviado a córner por la zaga rojiblanca.

Los madrileños respondían apenas dos minutos más tarde en una jugada a la contra, con una cabalgada de Luis Lara que Iván Moreno atrapaba sin mayores consecuencias. La presión alta le favorecía a los de Julio Cobos, que obligaban a rezagarse a los locales, consiguiendo botar en los primeros diez minutos hasta cuatro saques de esquina. La ansiedad local, que achicaba balones como podía, le venía bien al Cacereño, que se encontraba bien en estos primeros compases del choque.

A punto de llegar a la media hora de juego, el Navalcarnero buscó adelantarse en el marcador gracias a una buena jugada a la contra entre Alex Gil, Luis Lara y Kun, bien resuelta por la zaga visitante. Respondía el Cacereño con un centro medido desde la izquierda de Gomis que Solano remataba fuera en boca de gol.

Julio Cobos, retirándose a los vestuarios tras el partido.

Julio Cobos, retirándose a los vestuarios tras el partido. / A. R.

La intensidad del partido iba creciendo y los cacereños volvían a encontrar nueva réplica en otra llegada madrileña, de nuevo con un centro de Luis Lara sobre Kun, despejando a córner la defensa extremeña. El Navalcarnero, poco a poco, se lo iba creyendo y encontrando más cómodo, buscando cercar la meta de Iván Moreno. Un lanzamiento de falta, desde cerca de su banquillo, de Karim pudo significar el primer tanto extremeño pero el local Ocaña sacaba bajo palos, malogrando tan clara oportunidad.

En los últimos instantes, con un lanzamiento de falta de Hugo Esteban que Luis Fratelli cruzó fuera por poco, se daría por finiquitado el primer periodo. Las sensaciones habían cambiado, los locales habían espabilado pero el Cacereño no dejaba de perder el ritmo al partido.

Segunda parte

Tras el descanso, con los mismos veintidós protagonistas sobre el tapiz, el Navalcarnero buscó la ventaja en una jugada personal de Kun, quien, afortunadamente, se entretuvo demasiado, queriendo entrar hasta la cocina, sin suerte.El partido se sumió en un constante ir y venir de ambos rivales, que buscaban, intuían y merecían el gol. Las llegadas madrileñas eran más claras y asiduas pero el Cacereño era poseedor de esa templanza que da la confianza en que el premio podía llegar en cualquier momento.

Los cambios empezaron a sucederse por ambos banquillos y le surtieron mayor efecto a Pablo Álvarez. La entrada de Ian González por Luis Lara fue providencial ya que, con apenas tres minutos sobre el rectángulo de juego, el delantero local recibía el cuero dentro del área rival y en dos golpeos lograba introducir el cuero dentro de la red cacereña, con la involuntaria colaboración de Molina.

Tras encajar el gol del rival, las cosas empeorarían apenas tres minutos más tarde, cuando Aguado veía la segunda cartulina amarilla y el Cacereño se veía con un hombre menos sobre el césped. Las circunstancias adversas dieron, sin embargo, alas a los extremeños, que pidieron penalti por una mano de Alex García dentro del área, en una buena jugada de peligro y que buscaron la igualada en otra buena ocasión de Karim que se marchaba a córner.

Con el tiempo ya cumplido, lo intentaría Gomis con un disparo lejano desde fuera del área que se marchaba alto. El tiempo corría en contra y el Navalcarnero buscaba el segundo a la par que buscaba dormir el partido. La última oportunidad llegaba en una falta de Fratelli sobre Molina. Lanzaba el capitán, Bermu, y el balón se marchaba a córner pero la defensa local conseguiría desbaratar sin mayor peligro.

Cobos dice que el árbitro no fue justo con el Cacereño

Julio Cobos, entrenador del Cacereño, se quejó del arbitraje, "del que no suelo hablar". En su opinión, había habido demasiadas tarjetas en un partido que no había sido duro y que el colegiado no había tratado a los dos equipos de la misma manera. Del mismo modo, se quejó, porque, según sus futbolistas en el gol había habido fuera de juego y también se habría producido un penalti en el área local que no fue señalado. Del mismo modo, dijo que el CPC había hecho un buen trabajo, que "ya está cogiendo la chispilla" de antes de Navidades. y que le faltó rematar a gol.