Un destino repleto de Reales Sitios y de Patrimonio Unesco

A la hora de recorrer una región existen muchos criterios. En la era del slow turism patrimonio y naturaleza son el binomio perfecto que atrae a muchos viajeros en busca de esa experiencia tranquila y a la vez gratificante. Extremadura tiene mucho que ofrecer al respecto pues dispone de tres enclaves considerados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, un Real Sitio y cuatro parques con alguna distinción o protección. 

De entre todos, quizá el más conocido es el de Cáceres y su ciudad monumental que es Patrimonio de la Humanidad desde 1986. Sus reconocimientos son bien conocidos pues es el tercer conjunto histórico mejor conservado de Europa y permite al viajero hacer un recorrido desde la edad media al renacimiento. Cáceres es un auténtico crisol de culturas y ha sido escenario por la excelente conservación de su patrimonio arquitectónico como escenario de series de éxito como Isabel, la Catedral del Mar o Juego de Tronos. Pero en Cáceres no solo hay piedras, sino que puede hacer gala de una gastronomía muy atractiva. Prueba de ello es que fue en 2015 Capital Española de la Gastronomía. La fama de sus establecimientos de restauración traspasa fronteras y de hecho se han grabado en la ciudad monumental capítulos de Masterchef. Un Festival de la Aves recuerda que es posible disfrutar de la ornitología a pie de calle. Recientemente la apertura del nuevo Museo Helga de Alvear ha puesto a la ciudad en el top ten de las colecciones de arte contemporáneo del mundo. Solo eso ya merece una visita.

El conjunto arqueológico de Mérida fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1993. Los restos de la antigua metrópoli de la Lusitania romana se encuentran en un estado de conservación increíble y algunos en uso, como es el caso del Teatro y Anfiteatro romanos. En Mérida se celebra el mundialmente reconocido Festival de Teatro Clásico que reúne montajes de primer nivel ex profeso para la cita cultural más importante del verano en nuestro país. No hay que perderse el Templo de Diana, el acueducto de los Milagros, o el Arco de Trajano, que sin duda transportarán al viajero a los gloriosos tiempos del mundo romano. Mérida fue en 2016 Capital Iberoamericana de la Gastronomía lo que la convierte también en un espacio perfecto para disfrutar en especial de todos los derivados del porcino, en especial del jamón ibérico con Denominación de Origen Dehesa de Extremadura.

El tercer hito en nuestro deambular por territorios Unesco en Extremadura es el Real Monasterio de Santa María de Guadalupe que en un solo edificio reúne cuatro siglos de arquitectura. Contiene obras de Zurbarán y especialmente la joya de la iconografía religiosa extremeña, la Virgen de Guadalupe, venerada en todo el mundo. En el cenobio se han sucedido hechos clave de la historia de España. Allí la reina Isabel La Católica ordenó a Cristóbal Colón que realizase su viaje a las Indias. No hay que dejar de pasear por el claustro gótico-mudéjar ni de visitar sus museos, como el Libros Miniados. La Puebla Guadalupana está llena de intrincadas calles donde adquirir piezas de artesanía de latón. Para comer hay, en temporada, una gran oferta de platos de caza o de setas.

En la región hay también un espacio singular donde historia y patrimonio se funden. Es el Real Monasterio de San Jerónimo de Yuste, con categoría de Real Sitio, además de Patrimonio Nacional (2004) y Patrimonio Europeo (2007). Para los más fanáticos del senderismo existe una ruta desde Jarandilla de la Vera, Aldeanueva de la Vera y Cuacos de Yuste que recorre los espacios que hizo el propio emperador Carlos V hasta llegar al cenobio. Hay visitas guiadas por las distintas estancias, pudiéndose contemplar su ballesta, la silla con andas en la que era portado, etcétera.

Los siguientes espacios han obtenido algún tipo de reconocimiento o protección por la excelente conservación de su patrimonio natural. Destaca entre todos ellos, la joya de la corona de la naturaleza extremeña, el Parque Nacional de Monfragüe, que es Reserva de la Biosfera de la Unesco desde 2003. Sus 18.000 hectáreas son una delicia para los ornitólogos de todo el mundo y de hecho acoge cada año una edición de la Feria Internacional de la Ornitología (FIO) que se ha convertido en referencia de este tipo de encuentros especializados en el mundo. También tiene el sello de Destino Turístico Starlight.

El Geoparque Mundial Unesco Villuercas-Ibores-Jara es Patrimonio Mundial Unesco (2015) y en sus 19 municipios es posible disfrutar de propuestas de turismo sostenible en la que las formaciones de la naturaleza son las protagonistas. Las viandas tradicionales y los productos con denominación de origen Miel Villuercas y Queso Ibores son también interesantes atractivos.

El Parque Natural Tajo-Tejo Internacional es Reserva de la Biosfera Transfronteriza Unesco (2016). Se trata de un espacio protegido tanto en España como en Portugal. La posibilidad de hacer ‘minicruceros’ en barco añade un aliciente para conocer sus catorce municipios y conocer su patrimonio dolménico. Los dulces artesanos de la zona son altamente recomendables, en especial las ‘mormenteras’.

Finalmente, el último espacio en añadirse a la lista es el Parque Natural Siberia Extremeña, Reserva de la Biosfera desde 2019. Destaca su gran biodiversidad y por ser un espacio perfecto para la práctica de la caza, la pesca, los deportes acuáticos. Se trata de impulsar el desarrollo local y económico de la zona con especial atención a los productos autóctonos. M