En Navidad, ningún niño debería quedarse sin regalo. Eso lo ha aplicado, un año más, la pastoral penitenciaria ayudando a los presos de la prisión de Cáceres para que envíen sorpresas a sus casas en unas fechas marcadas en rojo en el calendario y que son complicadas cuando las tienes que pasar lejos de los tuyos.
Galería | La Navidad también se vive desde el Centro Penitenciario de Cáceres
CARLOS GIL / CEDIDAS A EL PERIÓDICO
En Navidad, ningún niño debería quedarse sin regalo. Eso lo ha aplicado, un año más, la pastoral penitenciaria ayudando a los presos de la prisión de Cáceres para que envíen sorpresas a sus casas en unas fechas marcadas en rojo en el calendario y que son complicadas cuando las tienes que pasar lejos de los tuyos.
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En Navidad, ningún niño debería quedarse sin regalo. Eso lo ha aplicado, un año más, la pastoral penitenciaria ayudando a los presos de la prisión de Cáceres para que envíen sorpresas a sus casas en unas fechas marcadas en rojo en el calendario y que son complicadas cuando las tienes que pasar lejos de los tuyos.
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En Navidad, ningún niño debería quedarse sin regalo. Eso lo ha aplicado, un año más, la pastoral penitenciaria ayudando a los presos de la prisión de Cáceres para que envíen sorpresas a sus casas en unas fechas marcadas en rojo en el calendario y que son complicadas cuando las tienes que pasar lejos de los tuyos.