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JORGE VALIENTE
Adentrarse en la ciudad monumental de Cáceres es sinónimo de viajar a través de la historia. Es un recorrido solo a la altura de pocos escenarios en los que el itinerario son siglos y siglos de relatos, historias y nombres propios. Una vez que alguien pone el pie en el recinto intramuros con el título de Patrimonio de la Humanidad se sumerge en el más interesante de los pasados que bien recuerdan las piedras de los majestuosos palacios y las iglesias. Lo cierto es que en junio ese viaje se hace por partida doble. El casco histórico se viste de gala para fundirse con el Siglo de Oro. Así lo hace ya desde hace 35 años y este 2024 volverá a hacerlo a partir de este viernes y hasta final de mes.
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Adentrarse en la ciudad monumental de Cáceres es sinónimo de viajar a través de la historia. Es un recorrido solo a la altura de pocos escenarios en los que el itinerario son siglos y siglos de relatos, historias y nombres propios. Una vez que alguien pone el pie en el recinto intramuros con el título de Patrimonio de la Humanidad se sumerge en el más interesante de los pasados que bien recuerdan las piedras de los majestuosos palacios y las iglesias. Lo cierto es que en junio ese viaje se hace por partida doble. El casco histórico se viste de gala para fundirse con el Siglo de Oro. Así lo hace ya desde hace 35 años y este 2024 volverá a hacerlo a partir de este viernes y hasta final de mes.
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Adentrarse en la ciudad monumental de Cáceres es sinónimo de viajar a través de la historia. Es un recorrido solo a la altura de pocos escenarios en los que el itinerario son siglos y siglos de relatos, historias y nombres propios. Una vez que alguien pone el pie en el recinto intramuros con el título de Patrimonio de la Humanidad se sumerge en el más interesante de los pasados que bien recuerdan las piedras de los majestuosos palacios y las iglesias. Lo cierto es que en junio ese viaje se hace por partida doble. El casco histórico se viste de gala para fundirse con el Siglo de Oro. Así lo hace ya desde hace 35 años y este 2024 volverá a hacerlo a partir de este viernes y hasta final de mes.
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Adentrarse en la ciudad monumental de Cáceres es sinónimo de viajar a través de la historia. Es un recorrido solo a la altura de pocos escenarios en los que el itinerario son siglos y siglos de relatos, historias y nombres propios. Una vez que alguien pone el pie en el recinto intramuros con el título de Patrimonio de la Humanidad se sumerge en el más interesante de los pasados que bien recuerdan las piedras de los majestuosos palacios y las iglesias. Lo cierto es que en junio ese viaje se hace por partida doble. El casco histórico se viste de gala para fundirse con el Siglo de Oro. Así lo hace ya desde hace 35 años y este 2024 volverá a hacerlo a partir de este viernes y hasta final de mes.
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