Nueva imagen para el centro de la ciudad. El alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna, ha presentado esta mañana el proyecto Impluvium, elaborado por el arquitecto José María Sánchez García, que ha ganado el concurso de ideas convocado por el ayuntamiento para el proyecto de rehabilitación e integración urbana del antiguo convento de las Concepcionistas, una vez aprobada la resolución del jurado en la Junta de Gobierno Local. La intervención contempla la creación de una gran plaza pública con un espacio verde en el centro.

Al concurso se presentaron 19 propuestas, de las que resultó ganadora la de Sánchez García por ser «la que más se adapta a lo exigido en los pliegos». Según Osuna, la manzana del convento, junto con la reforma que se quiere hacer para habilitar una plataforma única en la calle Félix Valverde Lillo, van a formar parte de una “gran transformación urbana del centro”. “Es un proyecto importantísimo en la modernización de la ciudad, que nos va a situar en el mapa como una ciudad que prioriza el peatón y lo sostenible”, ha destacado.

El ganador del concurso, dotado con un premio de 118.277,50 euros, se encargará de redactar el proyecto de ejecución, dirección de obra, estudios de seguridad y salud. El presupuesto total del proyecto asciende a dos millones de euros, incluyendo la construcción del proyecto final, y se prevé licitar el año que viene para que la obra pueda estar finalizada como muy tarde en 2022.

El arquitecto ha explicado en rueda de prensa que el nuevo jardín o plaza pública incluye un gran espacio verde central rodeado por los espacios dotacionales del perímetro, a modo de soportales, que hacen de transición entre el antiguo convento y la estructura urbana. Este espacio conectará las calles colindantes a través de tres pequeñas plazas de transición para resolver el acceso y la permeabilidad. Cabe destacar que la manzana tiene una extensión de unos 3.000 metros cuadrados.

El proyecto contempla una pieza perimetral permeable que cose el borde del solar con la ciudad, absorbiendo las irregularidades que conforman los edificios existentes y liberando en el centro la nueva plaza-jardín. Tras este nuevo elemento, se disponen los edificios colindantes que ocupan los espacios contiguos de la intervención, que alojarán dotacionales y culturales. El regidor municipal ha destacado que la manzana no puede tener uso terciario, de ahí que la idea sea generar “un nuevo espacio cultural en el centro”.