El templo de Diana acogió ayer la octava edición del Encuentro para la solidaridad y la participación social, una iniciativa de la Plataforma del Voluntariado de Mérida (PVM), que cuenta con la financiación del Ayuntamiento de Mérida y de la Consejería de Sanidad y Políticas Sociales, y que tiene como objetivo mostrar la labor que realiza el voluntariado en el día a día, más allá de tiempos de pandemia o de crisis. Se trata de un trabajo que se lleva a cabo los 365 días al año en diferentes ámbitos de actuación social y sanitario, de la discapacidad, deportivo y cultural, medioambiental y de atención a colectivos vulnerables. La presidenta de la plataforma, Marisol Pérez, resalta la necesidad de adaptación durante el confinamiento domiciliario, cuando se dio un apoyo telefónico diario a las personas que lo necesitaban por parte de los voluntarios. «El voluntariado ha sido una pieza fundamental durante la pandemia y lo sigue siendo, además ha salido fortalecido porque ha obtenido una mayor valoración social de lo que es el papel de las personas que se integran en las distintas asociaciones», señala.

En el encuentro participaron 35 asociaciones de la plataforma para invitar a la ciudadanía a «integrarse y participar en ese objetivo común de crear comunidad y hacernos la vida más fácil y mejor». «Hay muchas personas que nos necesitan y siempre hacen faltan voluntarios, porque hueco siempre hay en función de la formación que una persona tenga, el campo en el que le gustaría trabajar y el tiempo disponible», apunta. A su juicio, muchas personas no acceden al voluntariado porque piensan que no van a tener tiempo suficiente para dedicarse a ello, sin embargo, «con una hora a la semana, las acogemos». «Ayudar a los demás es ayudarse a uno mismo, porque nos sentimos mejores y llenamos muchos vacíos que la situación del día a día a veces no nos deja», afirma.

José María Vergeles y Carmen Yáñez visitan la mesa informativa de AFAM. EL PERIÓDICO

Este año la iniciativa sirvió de escenario del Día Internacional de las de las Personas con Discapacidad Auditiva, por lo que parte de las acciones programadas estuvieron dedicadas a ellas. En concreto, se leyó un manifiesto de este colectivo y se interpretó un cuentacuentos accesible. Durante el encuentro también actuó la escuela de baile flamenco Azabache, de Torremayor, y el taller de música de Afadiscop junto a Ismael y su guitarra. Como novedad, se presentó un carné del voluntario para participar en un sorteo solidario que tuvo lugar al finalizar el acto gracias a la colaboración de los establecimientos .

«Es la primera vez que se nos permite darle las gracias a los voluntarios por su trabajo durante la pandemia, gracias a las personas que han entregado parte de su vida de forma altruista para dar las respuestas a las necesidades», manifestó el consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, que acudió para conocer de primera mano el desarrollo de este evento del voluntariado emeritense. Por su parte, la portavoz del Gobierno municipal, Carmen Yáñez, subrayó que la asociaciones llegan donde no llegan las administraciones públicas y ocupan un espacio, como es el del acompañamiento «que es más humano», ya que persigue arropar y acompañar no solo en los malos momentos.