La Oficina de Igualdad del Ayuntamiento de Mérida atendió entre el pasado mes de octubre y el mismo mes del año anterior a 127 mujeres por cuestiones relacionadas con la violencia de género. Según informó ayer la delegada del ramo, Ana Aragoneses, las que cuentan con entre 18 y 35 años representan el 44,88% de esas mujeres atendidas; entre 36 y 45 años suponen el 29,13%; de 46 a 55 años el 13,38%; de 56 a 65 años el 7%; y mayores de 65 años el 5%. En el Punto de Atención Psicológica, que es otro de los recursos de la Delegación de Igualdad, están siendo atendidas 109 mujeres.

Estos datos se dieron a conocer durante la presentación de una campaña de sensibilización del ayuntamiento con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres en la que se visibilizan los comportamientos «socialmente aceptados y que también son violencia contra las mujeres». La edil señaló que lo que se busca es prevenir a la población sobre las violencias machistas y, de manera particular, sensibilizarla sobre las diferentes violencias que "no se ven". Esta campaña comunicativa se difundirá en los medios de comunicación con presencia en la ciudad a través de cuñas de radio, spot de televisión, así como anuncios en prensa escrita.

Aragoneses alertó sobre aquellas formas de violencia machista que son "recurrentes" y pese a estar "disimuladas" contribuyen a "naturalizar la subordinación y el maltrato" y no contribuyen a avanzar hacia la igualdad entre sexos. Bajo el eslogan 'Presta atención a lo que no se ve. No seamos cómplices', la campaña del consistorio emeritense refleja a través de un iceberg todos los tipos de violencia contra la mujer que se dan en la sociedad, de forma explícita o "disimulada" y que "no se reconocen tanto".

Así, en la punta del iceberg, y con el objetivo de que los ciudadanos en general no se conviertan en "cómplices" de este tipo de comportamiento "disimulado", se sitúan como violencias machistas no disimuladas los asesinatos, la violación, la agresión física, los abusos sexuales, las amenazas, los insultos y los gritos. Como elementos no tan reconocidos socialmente como violencia machista pero que sí lo son, se citan en el cartel de la campaña la anulación, la invisibilización, la humillación, la violencia digital, la desvalorización, el control hacia la mujer, el desprecio, la publicidad sexista, el desprecio o el humor machista, entre otros.