El balón más deseado ya rueda. Ira girando y botando por el césped hasta acabar en una estantería particular, plagada de oro y orfebrería. Si el duelo entre Leo Messi y Cristiano Ronaldo por el Balón de Oro se decide por el inicio de temporada que están protagonizando, el joyero ya puede empezar a grabar el nombre del astro argentino. Un comienzo espectacular, de los mejores de su carrera (14 goles en 11 partidos, como en la campaña 2011-12) está firmando el 10 del Barça para alcanzar una nueva meta imposible: el sexto balón dorado.

Pero si los votantes del trofeo individual más preciado (los periodistas de France Football) miran la cuenta de resultados del Barça y el Madrid, el pulso entre las estrellas se antoja igualado como nunca, aunque Messi quedará penalizado. Entre otras razones, porque comparte más visiblemente el mérito de las conquistas con Neymar y Luis Suárez, sus compañeros en el ataque.

Incluso con Andrés Iniesta. El genio de Fuentealbilla acompaña al tridente, como en el campo, en la representación azulgrana. Cristiano también va bien acompañado. El Madrid supera el póquer del Camp Nou con una representación mayor: Bale secunda al delantero por delante de Kroos, Modric, Ramos y Pepe, que reúne los mismos méritos con Cristiano en su condición de portugués, ya que también añadió la conquista de la Eurocopa a la Champions de los blancos. El único aspirante a entrometerse en la lucha es Antoine Griezmann. Su gran temporada no se vio coronada por los títulos, como sus adversarios, pero es francés. Un detalle influyente otra vez.

Porque el Balón de Oro ha entrado en una nueva fase. En realidad, ha recuperado el formato original bajo el que se creó en 1956, cuando la elección corría a cargo de los periodistas de la publicación.

El desenlace de la votación es la novedad más relevante; mucho más que la lista sea de 30 aspirantes, que France Football decidiera dosificar los nombres en tandas de cinco durante toda la jornada para conservar la expectación, o que la gala de entrega sea todavía una incógnita y se celebre antes de terminar el año natural. La votación conjunta de seleccionadores y capitanes queda reservada para el trofeo que la FIFA decida entregar por su parte. Como sucedía hasta el 2010.

El balón ya rueda y rodará durante un mes y medio hasta que se comunique el nombre del ganador. Los aspirantes son 30; los candidatos son 6, y los favoritos son 3. Solo hay un pelota.