La situación de la economía española es --según el BBVA-- mucho peor de lo que estima el Gobierno. El servicio de estudios del banco calcula que el PIB caerá el 2,8% este año y el 0,3% el que viene, y cree que el desempleo alcanzará la cifra de 4,5 millones de parados (el 19,7% de la población activa) en el 2010. Por eso, el economista jefe del Grupo, José Luis Escrivá, llamó ayer la atención sobre la necesidad de una reforma laboral urgente que permita acelerar la creación de empleo. La propuesta del BBVA incluye una rebaja de 3,5 puntos en las cotizaciones sociales, cuya pérdida de recaudación debería ser compensada con una subida de 2 puntos en el IVA. Según el banco, esto permitirá crear 280.000 puestos de trabajo.

Los detalles de esta propuesta fueron defendidos por el nuevo economista jefe para España y Europa del servicio de estudios del BBVA, Rafael Domènech, cuyo anterior cargo había sido el de subdirector de la Oficina Económica del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

En ciertos medios económicos del Gobierno, la propuesta se ve con gran interés, aunque son conscientes de que requeriría un amplio apoyo político y social. El PP defiende bajar cuotas, pero no subir el IVA. Domènech recordó que el actual vicepresidente económico, Pedro Solbes, ya adoptó una rebaja de cuotas compensada con IVA en 1995. Alemania lo hizo hace dos años y Francia debate lo que se conoce como un "IVA social".

El exalto cargo de La Moncloa defendió la viabilidad de una medida de este tipo en España ya que, según explicó, es "neutral" desde el punto de vista presupuestario y también para el sistema de pensiones (el exceso de recaudación por IVA debería ir a las arcas de la Seguridad Social). Según dijo, la rebaja de los costes laborales permitirá crear empleo y aumentar la competitividad de la economía.

Para no dañar la capacidad de compra de las capas sociales con menor nivel de ingresos, Domènech defendió retrasar un año la subida del IVA. El retraso --dijo-- estimularía un adelanto de decisiones de gasto que permitiría compensar la atonía del consumo previsto para este año.

NUEVO CONTRATO Además, el BBVA defiende otros tres elementos de reforma laboral. Domènech propuso descentralizar la negociación colectiva. Y planteó un contrato laboral único (que no afectase a los vigentes) con costes de despido de entre 8 y 20 días según la antigüedad del trabajador.

El modelo del BBVA se completa con una reforma de la indemnización por despido, según el sistema austriaco, que consiste en dotar un seguro por despido con una contribución del 1,8% del salario bruto, financiado por el empresario, el trabajador o el Estado, según se pacte.