En vísperas de la gran marcha anti-OTAN convocada hoy, cientos de manifestantes se enfrentaron ayer a las fuerzas de seguridad a las afueras de Estrasburgo, desde donde intentaron llegar al centro de la ciudad. Al menos dos policías resultaron heridos.

Más de 10.000 policías están desplegados en Estrasburgo para velar por la seguridad de la cumbre de la Alianza Atlántica y controlar a los 40.000 manifestantes que se espera participen en las movilizaciones. De esos 40.000 activistas, al menos 2.000 están catalogados como "violentos". Como recordó la ministra francesa del Interior, Michèle Alliot-Marie, se trata de "la mayor operación de seguridad en Francia tras el G-8 de Evian (2003)".

El colectivo anti-OTAN tiene montado su campamento en el sector de Ganzau, a unos 7 kilómetros del centro de la ciudad, cuyos accesos están tomados por las fuerzas de seguridad.

Hoy se espera que Estrasburgo viva una de las manifestaciones más multitudinarias de su historia, que discurrirá alejada del centro de la ciudad. El acto se desarrollará durante cuatro horas y centrará sus reivindicaciones en la oposición a la entrada de Francia en la estructura militar de la Alianza, a la intervención en Afganistán y a la escalada de la carrera armamentística. Casi 5 kilómetros separarán a los manifestantes de los dirigentes.