El alcalde, José Luis Chanclón, asegura que en la programación de las fiestas de este año no han discriminado a nadie y buscan la diversión de todos los vecinos y turistas que quieran estar presentes en esta nueva edición. «No tenemos un público objetivo» asegura. Tienen noche joven, día de niños y conciertos para los adultos

La festividad, que ya lleva tres días, acoge a un gran número de personas que vienen de fuera de la localidad a disfrutar de buen ambiente. Los turistas que frecuentan en verano Torreorgaz son, en su mayoría, emgirantes que tuvieron que abandonar la población y regresan a su hogar que les vio nacer. Así es como surgen estas fiestas del periodo estival. «Estas fiestas son relativamente nuevas» apunta Chanclón.

El pueblo, en verano se llenaba, sobretodo de los que regresan a casa. Es por ello que el núcleo de estos días fue la misa del emigrante, en torno a ella, comenzaron a añadir actividades y se construyeron, poco a poco, las fiestas en honor a la Virgen de la Asunción.

A pesar de que esta semana se ha vuelto tradicional, el sello de identidad que tiene la localidad cacereña es su patrón.

SAN BLAS Y LA VACA / Las fiestas populares y que son, en realidad, la tradición más destacada de Torreorgaz es San Blas. Tienen lugar el primer fin de semana de febrero y dan comienzo con la famosa velá. Este es el patrón de las enfermedades de garganta y articulaciones.

Por otro lado, está la vaca, que se celebra la tarde del martes de carnaval. Se trata de un artilugio formado por un triángulo de hierro con cuernos y rabo para representar a este animal rumiante . Queda a cargo de una familia que la cuida, del rabo cuelga un saco, este se moja y se llena de tierra y la peculiar vaca va «zurrando» a todo aquél que se le pone por delante, pero si le das dinero no arremete contra nadie, También se le puede hacer un donativo para que «zurre» a la persona que elija aquél que ha depositado el dinero.

Con la cifra final recaudada, todos asistirán a una cena, se reunirán para charlar y pasar un buen rato.