Que dos actores lleguen a un teatro para hacer una función no es ninguna novedad, bueno, eso creemos. Pero que uno de ellos tenga la responsabilidad de mantener a salvo la función sin que le cueste su amistad con el otro, es otra cosa.
Un camerino, bueno un camerino. La llamada que pondrá en jaque a nuestros protagonistas. Una gran producción que tiene una figura clara.
Montaje de escenografía, pase de luces, prueba de sonido, repasa el texto, maquíllate, péinate ¡BASTA, QUE JARTURA! y para colmo La tele viene a grabar.