John Petersen vive con su novio Eric y la hija adoptiva de ambos en el sur de California. Su padre, un granjero tradicional y conservador de 80 años, decide viajar a Los Ángeles y quedarse en casa de John mientras busca el lugar idóneo para jubilarse. Durante su estancia en la casa, los dos mundos chocan hurgando en viejas heridas y abriendo nuevas.