Víctor Frankenstein, obsesionado con crear vida a partir de la materia muerta, consigue reanimar a una criatura compuesta por partes de distintos cadáveres, pero acaba repudiando a su creación, abandonándola a su suerte. La criatura consigue refugiarse en una cabaña en la que recibirá un poco de calor humano y una elemental educación que le permitirá enfrentarse al mundo. Desde ese momento, su objetivo será encontrarse con su creador para reclamarle la responsabilidad que le debe.