La Fundación José Gordillo (https://www.fundacionjosegordillo.es) , en colaboración con el Ayuntamiento de Fuente del Maestre y la Diputación Provincial de Badajoz, presenta la exposición "Rostros del pasado", dentro de las actividades en homenaje al artista fontanés con motivo del 50 aniversario de su muerte (1972-2022).

En 2018, con motivo de la inauguración de la sala de exposición permanente en Fuente del Maestre, se destacó ante todo la vertiente de pintor de José Gordillo Sánchez (1888-1972). Corresponde ahora centrarse en su labor fotográfica, de la que se ha conservado un valioso legado que incluye una gran parte del trabajo desarrollado por el Estudio Gordillo en 10 localidades, además de Fuente del Maestre, y en el que participaron también algunos de sus hijos, en especial Juan y Ascensión Gordillo.

La Fundación está ahora volcada en restaurar, preservar y difundir este fondo documental, una colección destinada al Archivo municipal de Fuente del Maestre. Este material, que ha pasado por un largo tiempo de almacenamiento en condiciones desfavorables, se encuentra en una fase de deterioro que urge frenar. Su volumen y sus características lo hacen único al menos en Extremadura, ya que, además de los miles de placas y carretes con imágenes del sur de la provincia, se ha conservado íntegro su estudio de fotografía, con mobiliario, cámaras y otros enseres, algunos construidos por él mismo.

Las fotos que se exponen en esta exposición son una mínima parte de lo que contiene el fondo, y se completan con paneles informativos sobre el contexto social e histórico. A ello hay que añadir el servicio de audioguías, señalizado con códigos QR que permiten acceder mediante dispositivos móviles a las historias elaboradas por familiares de los personajes que aparecen.

José Gordillo fue un fotógrafo autodidacta por necesidad, en una época en que la fotografía era todavía un lujo. Aprende el oficio casi siendo adolescente de la mano de otro fotógrafo ambulante que recabó en Fuente del Maestre a principios del siglo XX, y cuando ve que es rentable y se convierte en su principal ocupación, se sigue formando con libros y revistas. Su sensibilidad y sus estudios artísticos le ayudan en la composición y en el trabajo con la luz, que hace sus fotografías especiales y con sello propio. Pronto se convierte en su ocupación principal, hasta el punto de que empieza a ser conocido como “Pepe el Retratista”, apodo muy apropiado para definir su maestría en el arte de retratar, tanto en fotografía como en pintura. Se casa en 1914 y llama a su estudio fotográfico “La Cordobesa”, en honor a su esposa. Después de la guerra se amplía el marco geográfico y se van incorporando hasta diez localidades: Aceuchal, Bienvenida, Feria, Fuente de Cantos, Llerena, Los Santos de Maimona, Santa Marta, Villalba, Villafranca y Zafra. Los hijos ya adultos se incorporan al trabajo, aunque solo Juan y Ascensión continuarán como profesionales de la fotografía hasta los años 80.