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Madrid | 08·06·21 | 12:53 | Actualizado a las 19:55
Cada vez más consolidado en nuestra dieta por sus múltiples beneficios, el jengibre es la raíz de una planta con flor que pertenece a la familia de las zingiberáceas, igual que la cúrcuma o el cardamomo. Tiene un sabor y un aroma picantes, con un intenso toque cítrico y fresco. Es una planta muy utilizada en la medicina tradicional desde hace miles de años. Es originaria del sureste asiático, aunque ahora es común encontrarla en cualquier lugar del mundo. De hecho, los principales productores no solo son países asiáticos (China, India, Nepal o Bangladesh), sino también otros como Jamaica.
El jengibre puede tomarse de muchas formas: fresco, seco, en polvo... Se utiliza sobre todo en la gastronomía, pero también en el mundo de la cosmética. Esto se debe a que tiene un gran número de beneficios para la salud gracias, sobre todo, a uno de sus componentes más importantes: el gingerol, un aceite esencial que da al jengibre su sabor picante y es el compuesto activo responsable de la mayoría de sus propiedades medicinales.
Si es fresco, lo mejor es guardarlo sin pelar en la nevera envuelto con papel absorbente de cocina y metido en una bolsa con cierre hermético al que saquemos todo el aire, ¡puede durar meses!. Si está seco, se puede conservar en un lugar sin humedad y oscuro, y estará perfecto hasta seis meses después.
Y también se puede congelar, para ello es mejor cortarlo en trozos y guardarlo en una bolsa apta para el congelador. Su sabor fresco y picante va bien con casi todo tipo de platos.
Siempre mejor fresco que en polvo, ya que contiene más gingerol. Estas son las formas más saludables de incorporarlo a nuestra vida:
El jengibre contiene muchos otros nutrientes, pues crudo es rico en minerales como el calcio, el sodio, el potasio o el fósforo y en ciertas vitaminas, como la C, la B2, la B3 y la B6. Los expertos de Dosfarma recuerdan que es antiinflamatorio, antioxidante, antibacteriano, analgésico, anticoagulante, favorece la expectoración, ayuda a reducir los niveles de azúcar en la sangre, alivia náuseas y mareos, combate la halitosis...
A pesar de que se ha visto que el jengibre tiene multitud de beneficios para nuestro organismo, en algunas ocasiones su consumo puede resultar contraproducente. Por lo que si estás embarazada, sufres de hipertensión, estás tomando anticoagulantes, padeces gastritis o colon irritable o bien eres diabético, lo mejor es consultar con un especialista antes de consumirlo.
En cuanto a sus usos cosméticos, el jengibre tiene propiedades antioxidantes gracias al gingerol que contiene, lo que previene la degradación acelerada de colágeno y protege nuestra piel de los radicales libres, haciendo que tarde más en envejecer y en aparecer las temidas arrugas. Por lo que es muy recomendable aplicarlo sobre la piel en forma de mascarilla o utilizar geles, cremas y champús que contengan jengibre.