Natalia Vaquero
Madrid | 09·12·21 | 09:36 | Actualizado a las 02:34
Elaborado con leche de ovejas de raza manchega pura y con el balsámico aroma a madera de sabina, la misma que los romanos empleaban para protegerse de las malas energías y purificar los ambientes. Así es el queso manchego ‘Hacienda de Guijoso’, el único del mundo que se cura sobre tablas de madera de estos árboles milenarios testigos de excepción de la historia de las 2.000 hectáreas de Pago Guijoso, en pleno campo de Albacete.
Como los mejores quesos del mundo, los de ‘Hacienda Guijoso’ maduran bajo tierra, en las cavas de la finca, a humedad y temperatura naturales. Pero, además, durante su curación reposan hasta 13 meses sobre tablas de madera de sabina recicladas de un antiguo techado de una de las naves de la centenaria quinta, una madera de excelente calidad tanto por su resistencia –históricamente se utilizaba para hacer barcos de guerra– como por el aroma que desprende y transmite a los quesos.
La calidad de este queso manchego está marcada por la nobleza de la leche con que se elabora que depende fundamentalmente de dos factores: la raza y la alimentación del animal.
Los quesos 'Hacienda Guijoso' proceden de una ganadería propia formada por cerca de 4.000 ovejas de raza pura manchega. En El Guijoso, las ovejas se alimentan con un exclusivo menú de alto nivel en proteínas y grasas compuesto de 14 alimentos ecológicos cultivados en la propia finca (trigo, cebada, soja, ray-grass, guisantes, maíz, brócoli, coliflor…) que se les sirve con la humedad adecuada para favorecer la digestión y el máximo bienestar del animal. La leche ordeñada en el día se recoge por la noche para que las altas temperaturas diurnas no interfieran en su calidad y se procesa a la mañana siguiente, bien temprano para que no pierda sus cualidades organolépticas y nutricionales.
'Hacienda Guijoso elabora un queso de leche pasteurizada y tres quesos de leche cruda de oveja con distintas curaciones: