Se acerca la gran final de la 66ª edición del Festival de Eurovisión, que se celebrará en Turín, y a quince días de la fecha, las primeras delegaciones se han instalado en la ciudad de Italia. Durante el día de hoy, numerosos concursantes han podido subirse sobre al escenario para ensayar de cara a las semifinales. Iniciadas las pruebas de varias delegaciones, se ha anunciado un problema técnico en la estructura del recinto.

Hace unos meses se adelantó una primera versión del escenario de esta edición. En ella destacaba como elemento distintivo de otros años el Sol, un conjunto de semicírculos verticales móviles que podían ser usados durante la actuaciones.

Este mismo sábado, Albania, Letonia, Lituania, Suiza, Holanda, Moldavia, Eslovenia, Ucrania y Bulgaria se subían al Alpa Alpitour, donde tendrá lugar el evento para ensayar. En los primeros intentos, los arcos del decorado han sufrido una serie de fallos técnicos que impiden la rotación total del elemento principal del escenario por problema en su motorización.

Este contratiempo ha condicionado la puesta en escena de aquellos participantes que pretendían usarlos en sus números musicales. Al menos en el día de hoy, no se podía completar la gran pantalla LED que forman los arcos de la estructura del Sol cinético. De hecho, ha generado el disgusto y las protestas de algunas delegaciones que, según el periódico italiano La Repubblica, habrían invertido una alta cantidad económica para utilizar y adaptar sus escenografías a este elemento.

 

Según las primeras impresiones, el problema podría no ser solucionado a tiempo para la gran final del festival, ya que tan solo faltan 10 días para su celebración.