TFtigúrense que en el concurrido funeral de la madre de un amigo, algún asistente le llamara hipócrita por faltar al de otras madres solitarias anónimas con idéntico derecho a una oración. O que alguien eligiera un acto contra la violencia de género para denunciar las falsas denuncias y exigir allí la custodia compartida.

Algo infinitamente más surrealista o provocador ha ocurrido con el homenaje espontáneo a la bandera francesa en Twitter o Facebook. Calientes aún los cuerpos de los ametrallados en la rue Voltaire, en el Bataglan, en el Carillon, todavía resonando la Marsellesa de los que no murieron en el estadio y no porque no lo intentaran los asesinos, respetabilísimas banderas sirias llenaron muros y pantallitas, con insultos de ¡Hipócritas! a los que enarbolaban la francesa. Ninguna de Rusia, cuyo avión había estallado la semana anterior, ninguna egipcia, libia o etíope por los miles de cristianos masacrados. Ninguna de Burundi. Porque Francia está en Siria, luchando contra los que queman vivos y ahogan y degüellan. Algo habrá hecho, se lo merece.

Pues no. Porque atacar París, según Víctor Hugo es "más que atacar Francia, es destruir el mundo", porque según McEwan es "la capital laica del mundo, la metrópoli más hospitalaria, diversa y cautivadora que jamás haya existido", porque los asesinos del ISIS tienen como objetivo fundamental "en particular a los malvados y sucios franceses", para, tras contar con Alá , matarlos "de cualquier manera", porque en fin, la concepción francesa de la libertad de expresión permite criticar ampliamente a las religiones, yo que, por execrar la matanza, tuve que aguantar la acusación de que para mí las vidas de los inocentes sirios valían menos que las francesas, denuncio la memez o mala fe de negar un homenaje necesario a la que es por mérito propio "el Edén de las libertades". Y afirmo, contra el buenismo de Carmena y cohorte de empáticos, que todos los muertos NO son iguales y es repugnante igualar a Abdelhamid Abaaoud con sus víctimas, o incluso con la perra Diesel , inmolada, --esa sí--, por capturarlo.