Según la última Encuesta sobre Alcohol y Drogas en España (EDADES), el consumo de cigarrillos electrónicos ha ido aumentando en los últimos años. Así ha pasado del 6,8% en 2015 hasta el 12,1% registrado en 2022. 

Además, según este mismo informe, se aprecia que, cerca de la mitad de los consumidores de este tipo de cigarrillos lo motivan por reducir el consumo del tabaco, o incluso para dejar de fumar. 

Pues bien, no existe evidencia científica alguna de que estos cigarrillos sean una terapia sustitutiva frente al tabaco tradicional. 

Es más, es importante saber que el consumo continuo de estos aparatos puede tener efectos negativos en la salud. Así que, si entre los propósitos de año nuevo está dejar este mal hábito, los médicos advierten de que este no es el camino. 

“Estos cartuchos contienen una mezcla de nicotina, glicerina y otras sustancias químicas. La diferencia con el tabaco es que los cigarrillos electrónicos, en lugar de producir alquitrán, producen una especie de aerosol o vapor que contiene partículas contaminantes como por ejemplo el níquel o el aluminio”, explica el doctor Manuel Callejas, neumólogo del Centro Médico Sanitas Conde Duque de Madrid.

Su mecanismo consiste en calentar el liquido y convertirlo en un vapor que la persona aspira, como si fuera el humo de los cigarrillos convencionales. Debido a su popularización como alternativa “sana” al tabaco, cada vez son más los expertos que están alertando de los efectos negativos de esta práctica.

En este sentido, según la OMS, tanto el tabaco como los cigarrillos electrónicos causan adicción y daños pulmonares, además de plantear otro tipo de riesgos para la salud, por lo que no se recomienda consumir ninguno.

Principales problemas bucodentales derivados de los cigarrillos electrónicos

Además de producir graves daños pulmonares, cardiovasculares (fumar cigarrillos electrónicos duplica el riesgo de tener un infarto), los especialistas en odontología nos recuerdan que estos artículos también dañan la salud bucodental. 

De hecho, la salud de boca y dientes es una de las más afectadas al ser la boca la vía de entrada de las sustancias que contienen estos cigarrillos. Entre los problemas que pueden causar el vapeador encontramos:

  • Aumento del riesgo de aparición de caries al disminuir la cantidad de saliva en la boca (secuencia o xerostomía).
  • Aumento del riesgo de padecer gingivitis o enfermedad periodontal.
  • Aumento de la placa bacteriana, variando su composición y favoreciendo la aparición de infecciones.
  • Aumento de lesiones y úlceras orales a causa de la irritación del tejido mucoso de la boca.
  • Otros problemas comunes en los fumadores como la mala cicatrización oral o la halitosis (mal aliento).

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Además, la coloración del esmalte es otra de las consecuencias del uso de los vapeadores. Los cigarrillos electrónicos son liberadores de nicotina y por ello se estima que, al igual que pasa con el tabaco convencional, sus efectos negativos en la salud bucodental se pueden dar a corto, medio y largo plazo.

“La nicotina reduce que el flujo sanguíneo y favorece la inflamación de tejidos como la encía, contribuyendo a la aparición de enfermedades como la gingivitis o la periodontitis. La mejor opción para evitar consecuencias indeseables en encías, mucosas y dientes, es decir, en la salud bucodental, es eliminar el uso de estos productos cuanto antes”, explica la doctora Berta Uzquiza, odontóloga de Innovación de Sanitas Dental.