Licenciado en Filosofía y Periodismo y doctor en Ciencias Políticas y Sociales, Eduard Vallory es un analista social centrado en la mejora de la educación. Fue el director de Nova Escola 21, un proyecto que comenzó en el 2016 en Cataluña para demostrar empíricamente que otra educación es posible. Ahora se estrena un documental que muestra el nacimiento y el desarrollo de la iniciativa: La Nova Escola.

--¿Ha fracasado el actual sistema educativo?

--Sí, si el objetivo es garantizar educación de calidad a cada uno de los niños y niñas. No fracasa tanto si visualizamos el sistema educativo como una selección entre los buenos y los malos, teniendo en cuenta un criterio que dictamina que si pasas la selectividad eres bueno. Esto sería la visión tradicional, que es una visión selectiva de la educación. Pero el verdadero objetivo de la enseñanza obligatoria es potenciar al máximo las capacidades de todos los alumnos. Y en este objetivo el sistema actual fracasa claramente.

--Escola Nova 21 nace en el 2016 con el objetivo de formar en competencias para la vida, no preparar a los chavales para pasar exámenes ni para el mundo laboral.

--Las leyes educativas y la Unesco establecen que la función de la educación es la formación integral -o el desarrollo integral- de la persona. Las competencias consisten en cómo articulas tú tus conocimientos para abordar situaciones reales. El problema es que el modelo tradicional de escolarización es aprender lo que tú puedes responder en un examen. En la vida real hay muchas cosas que no están en un examen: empatía, creatividad, capacidad de solucionar problemas complejos. Actualmente tenemos medidas muy limitadas de aprendizaje que acaban haciendo que la finalidad real del sistema educativo sea aprobar bachillerato y la selectividad.

--Pero los niños necesitan aprender a leer, sumar, conocer la historia mundial...

--En mi época estudiantil aprendí inglés con una lista de vocabulario y, después, con conceptos y frases para practicar la pronunciación. El día que me pusieron en una situación real se puede imaginar… Quienes aprendían inglés de verdad eran los que tenían facilidad para memorizar y el modelo repetitivo funcionaba con ellos y también los que se marchaban a estudiar a Inglaterra. Y así pasa con todas las disciplinas. Incluidas las matemáticas y la química. ¿Cuánta gente que conoce no usa la calculadora del móvil para dividir 100 euros entre cuatro? El aprendizaje por competencias no se da cuando memorizas y después lo practicas en contexto. No. Necesitas un enfoque diferente, un aprendizaje que se adapte a situaciones reales.

--En su opinión, ¿qué papel tienen los libros de texto?

--Acaban siendo un sustituto de la vida real. Es decir, aprendemos lo que dice un libro de texto no la vida. No hablo de la biblioteca, hablo del libro que dice Capítulo 1: Historia de España. El libro de texto es, de alguna manera, la concreción del currículo prescriptivo, que es lo que dice el ministerio que hay que aprender y se concreta en un manual. La incidencia de la política sobre lo que se enseña en la escuela es muy grande. Existe una batalla por lo que se explica en el libro. Eso, en la práctica, es la antítesis del pensamiento crítico. Si has de aprender lo que dice un libro de texto, ¿dónde está la realidad?

--La actual formación de profesores no encaja en la reconversión del sistema.

--El problema inicial es la formación y la selección de docentes. Si yo quiero entrar en una escuela pública, lo primero que hago es sumar horas en las bolsas de sustitución. Horas que me dan mérito, pero que solo son horas. Luego paso una oposición y realizo unas prácticas, que en pocos casos se suspenden. El milagro de nuestro sistema educativo es que, con el mal sistema de formación y elección, tenemos un porcentaje grande de profesores que aprenden por su cuenta y que hacen que el sistema esté vivo. El sistema necesita una reconversión. No es cuestión de hacerlo en una legislatura, necesitas una planificación, un consenso social y política educativa.

--¿Es imparable esta revolución que propone?

--Con Nova Escola 21 hemos demostrado en las escuelas que otra educación es posible. Hay resistencia bienintencionada, gente a la que le da pereza... Pero hemos demostrado que se puede. No hay marcha atrás.