Diecisiete personas han fallecido después de que un autobús se precipitara por un barranco con veintiocho personas a bordo en la provincia filipina de Antique (en el centro del archipiélago), mientras siete se encuentran en estado crítico.

La policía municipal de Antique confirmó que otro de los heridos falleció en las últimas horas, elevando a diecisiete el número de muertos, de veintiocho ocupantes, mientras los supervivientes han sido trasladados al hospital provincial, en la isla de Panay.

Cuatro ciudadanos kenianos, entre ellos uno de los fallecidos, se encontraban entre los pasajeros, en su mayoría residentes en Antique.

Accidentes de este tipo son frecuentes en Filipinas, sobre todo en las zonas rurales, donde a la conducción temeraria y a la sobrecarga de vehículos deteriorados se suman las carreteras en mal estado.