Tras un día de intensa búsqueda los servicios de emergencia localizaban ayer el cuerpo sin vida del niño que desapareció en el río Ebro a su paso por la Rioja. Los buzos hallaban el cadáver a unos ocho metros del lugar donde fue visto por última vez. Aunque no es una zona especialmente peligrosa, el menor de 13 años no sabía nadar. Se desconoce si en el momento de la desaparición estaba con sus amigos y ahora se investiga qué es lo que pudo suceder.