La diócesis registró 678 bautizos en la capital cacereña a lo largo del pasado año, una celebración mucho más repartida por los distintos templos que las bodas. "Estos datos dejan claro que la caída de los enlaces matrimoniales en los barrios no puede achacarse a un problema de pérdida de juventud, sino al contrario, hay muchos nacimientos. Lo que ocurre es que para las bodas se busca otro escenario y para el bautizo se recurre a la propia parroquia", explica el delegado de medios de la diócesis, Jesús Moreno.

Por ejemplo, el templo de Mejostilla no tuvo un solo enlace en el año 2006, pero encabeza este ránking con 92 bautizos. En la parroquia de San José, donde hubo 6 bodas, y Guadalupe, con 12, se bautizaron 76 y 73 niños respectivamente. También Aldea Moret registró 21 bautizos frente a ningún enlace, y El Vivero 55 frente a solo 2. En cuanto a los templos preferidos para las bodas, Santa María y la Montaña no celebran bautizos, pero el resto mantiene un buen número: Santiago, con 90, San Mateo, con 45, y San Juan, con 52.