Gran Café será la primera empresa cacereña que franquicia su negocio. La cafetería de la calle San Pedro de Alcántara suma ya 22 años de historia en la ciudad y ha decidido expandir su concepto de hostelería fuera de las fronteras cacereñas con su propia franquicia, el sistema comercial más extendido que permite copiar un modelo de empresa rentable a cambio de una contraprestación económica.

La franquicia Gran Café se constituyó a finales del año pasado aunque no entrará oficialmente en el mercado del sector hasta dentro de dos o tres meses, según confirmó su gerente y fundador, Jenaro Rodríguez. De hecho, actualmente se perfilan los últimos detalles y trámites para la constitución de la cadena, como el dossier de información de la franquicia y algunos cambios en el local cacereño.

A pesar de ello, el anuncio de su creación en los últimos meses en las publicaciones de franquiciadores de España ha despertado ya el interés de algunos inversores, uno de ellos de Badajoz, donde probablemente se abra la primera sucursal de Gran Café en España.

La empresa cacereña, registrada con el nombre Continental de Franquicias S. A., ha valorado en 150.000 euros la inversión necesaria para abrir una cafetería Gran Café. El canon de entrada en la franquicia (el dinero que debe pagar el empresario por explotar la marca) es de 18.000 euros.

VOLUMEN DE NEGOCIO A cambio, la empresa pretende ofrecer la garantía de un negocio "sin puntos muertos en su funcionamiento --declara Rodríguez--, desde el desayuno hasta la copa de la noche, pasando por aperitivos, comidas y meriendas". El gerente de Gran Café está convencido de que "no existe ninguna franquicia de cafetería en el mercado tan amplia y completa como ésta".

Actualmente, el local de la calle San Pedro de Alcántara tiene una media de mil clientes al día y su facturación declarada ronda los 500.000 euros (cerca de 84 millones de pesetas).

Aparte de las cifras, Gran Café vende la imagen del cafetín tradicional para todos los públicos a cualquier hora del día y con el distintivo de calidad en destino turístico. A ello, se une la formación de los trabajadores o la posibilidad de financiación de la inversión de los establecimientos de la red, entre otras ventajas de la franquicia. "Ofrecemos un entorno en el que caben todas las generaciones e ideologías, acogedor, con un servicio y productos de calidad, un éxito seguro", justifica Rodríguez.