Numerosos aficionados al baloncesto han mostrado su indignación por lo que consideran una "traición" del ayuntamiento al multar, durante el partido celebrado el pasado domingo, a todos los vehículos que se encontraban estacionados junto al seto central de la calle Pierre de Coubertain, "un lugar donde se permite aparcar siempre que hay partidos".
Los afectados por esta actuación no entienden que algo permitido desde siempre, se sancione de buenas a primeras, sin saber muy bien por qué y sin avisar.
Son muchos los que se preguntan a qué ha sido debida esta repentina decisión, y cuestionan el fin perseguido con ella. "Quizás quieran cargarse al equipo de la ciudad, presionando a los aficionados para que, ante la falta de estacionamientos existentes en las proximidades del pabellón, dejemos de acudir a los partidos por temor a las multas".
Reconocen que los vehículos multados --que los afectados aseguran fueron unos 300, aunque la policía afirma que sólo se sancionó a poco más de 20-- estaban mal estacionados, pero insisten en que ocurre así por la falta de aparcamientos en la zona y porque siempre se ha permitido en las horas de partidos.
POR PRESION
Desde la Jefatura de la Policía Local y también desde la concejalía del área se aseguró ayer a este diario que la actuación llevada a cabo el pasado domingo estuvo justificada. "El hecho fue denunciado por vecinos de la zona, que nos manifestaron su queja por el hecho de que se permita aparcar en zonas prohibidas a los aficionados al baloncesto y en otros días se multe a otros por la misma sanción".
Tanto el jefe de la Policía Local como el concejal Teodoro Casado reconocen que lo de aparcar en cualquier lugar durante los encuentros de baloncesto "es práctica habitual que se ha venido permitiendo". Por ello, desde el ayuntamiento se estudiará la posibilidad de anular las sanciones impuestas el pasado domingo por la mañana en la zona del pabellón, y de cara al futuro se pedirá más prudencia a los conductores, a la hora de aparcar, para no hacerlo en zonas donde molesten; y flexibilidad a la Policía Local, a la hora de sancionar.
