Alburquerque ultima los preparativos para retroceder al medievo con su Festival Medieval, que este año celebra la once edición, y despedir la representación teatral El Aguila Blanca , que durante nueve años han protagonizado cerca de 300 vecinos, para dar paso a una nueva obra que se estrenará en próximas ediciones.

Durante los días 13 y 14 de agosto las calles del barrio medieval y el Castillo de Luna se transformarán, por undécimo año consecutivo, para recuperar la vida y las costumbres de una época en la que convivieron en Alburquerque diversas culturas, por ello se recrearán escenas cotidianas de la época como una venta de esclavas, una boda sefardí, o un aquelarre.

También se podrán visitar sinagogas, boticas, mesones, casas medievales y un mercado artesanal, donde los visitantes podrán adquirir artículos o degustar algún manjar a cambio de algunos maravedís, la moneda oficial del festival, durante el que juglares, leprosos, mancebas, y mendigos animarán las calles.

El programa de este festival, que atrae a unas 10.000 personas cada año y es realizado por 2.000 vecinos de esta localidad de forma desinteresada, fue presentado ayer por el alcalde de Alburquerque, Angel Vadillo, el consejero de Cultura, Francisco Muñoz, y la directora del certamen, Angela Robles.

La directora del festival explicó que en esta edición no se han incluido nuevas actividades, ya que se pretende consolidar y mejorar las que se han ido incorporando año tras año, como los torneos a pie y a caballo, el baile aldeano, el concierto medieval, o el museo viviente, aunque "seguirá primando la calidad".