Blanca Marsillach y su padre, Adolfo Marsillach, nunca trabajaron juntos. En Una noche Blanca con los clásicos (hoy en el teatro Alkázar de Plasencia, a las 20.30), ella, como en un gesto de mago, se reúne en escena con el actor y director español muerto en el 2002. Lo hace, claro, virtualmente, en este espectáculo que rescata aquel que su progenitor estrenó en 1997, Una noche con los clásicos : poesía de los siglos XVI y XVII (de Góngora a Quevedo, de Garcilaso a San Juan de la Cruz) y música (de las cantigas de Alfonso X El Sabio a Tomás Luis de Vitoria).

Para ello, Blanca Marsillach ha tomado las grabaciones que se hicieron de alguna de aquellas funciones en las que aparece su padre y las ha montado en una pantalla electrónica para intentar reproducir un diálogo poético entre ambos.