La vida de Ilan Fernández, creador y empresario de la marca De Puta Madre 69, que vende más de 60 millones de euros al año, parece un guión de cine. Nació hace 40 años en Medellín (Colombia) pero creció en Florida (EEUU). Con 15 años se introdujo en el mundo de la droga. "Estaba obsesionado con hacer dinero rápido: easy money, easy money ", repite. Lo ha conseguido. La historia de este hombre que ha visitado la feria Bread & Butter llegará pronto al cine de la mano de Steven Spielberg.

"En 1984, un kilo de coca en Colombia costaba 250 dólares, pero vendido en Miami sacabas 50.000. Era fácil y dos años después y con 17 años ya era rico", recuerda Fernández. En uno de sus viajes como correo para entrar cocaína en Europa, le arrestaron en Barcelona y fue condenado a 18 años de cárcel. "Pero gracias a mi abogado quedaron en ocho años", relata. Su faceta como diseñador nació en la cárcel barcelonesa de Quatre Camins: "Con mi compañero de celda, empezamos a estampar camisetas con la expresión ´¡De puta madre!´". "Después añadimos el 69", relata.

Ambos pactaron que el primero que saliera crearía una empresa para promocionarlas. Ya libre, Ilan contactó con un fabricante italiano y empezó a materializar el proyecto. Su vida llegará ahora a la gran pantalla: "De aquí a una semana me reúno con el equipo de producción de Steven Spielberg para llevar a la gran pantalla el guión de una vida extrema de la que he sabido aprender".