Salvador Calvo Muñoz es Licenciado en Filología Románica (Salamanca) y doctor por la Uex. Tiene siete libros publicados. El último título es "El año del zopilote , publicado por la Editora Regional de Extremadura.
--¿Cuál es su rincón favorito de Extremadura y por qué?
--Túrmulus, es decir, Alconétar; la intersección ente la Vía de la Plata y el río Tajo. Hay allí tanta Historia y tanta leyenda, que no me canso de pasear por allí y contemplarlo una y mil veces.
--¿Qué plato de la gastronomía extremeña prefiere?
--Cualquier asado, especialmente si es el cabrito de La Vera o del Jerte.
--¿Qué no debería perderse alguien que visite Extremadura?
--La cornisa Norte (Ambroz, Vera, Jerte y Gata) son como el norte de la Península; y luego los llanos encinados del Sur.
--¿Existe algún lugar en la región que le haya marcado por sus vivencias personales o la belleza del lugar?
--No especialmente, pero si he de nombrar alguno, recordaré las estancias adolescentes en el Monasterio de Guadalupe.
--¿Qué tipo de actividades para disfrutar del entorno y la naturaleza realiza en su tiempo libre y de ocio?
--La caza, como Dios manda, ha determinado mi vida; y cuando no cazo (o pesco) camino por el monte en busca de la huella de nuestros antepasados. No sé si es adrenalina o qué extraño temblorcillo me ocupa cuando piso esos caminos que patearon las legiones romanas.
--¿A qué cita cultural de la región invitaría a un amigo?
--A cualquier mercado medieval y a toda fiesta popular de raíces antiquísimas: El Jarramplas, Las carantoñas, y... demasiadas.
--¿Cuáles son a su juicio los atractivos de Extremadura, por los que nadie debería perder la oportunidad de descubrirla y disfrutarla?
--La diversidad. Así como geográfica y medioambientalmente hay espacios muy distintos desde Baños de Montemayor hasta Monesterio, lo mismo sucede con hablas, tradiciones y manifestaciones étnicas y folclóricas.