Los chefs españoles cogen con tanta cotidianidad y destreza la tarjeta de embarque como el mango del cuchillo. Es una cocina transatlántica, que viaja en business. La última hazaña del grupo con jet lag da comienzo hoy (y hasta el próximo sábado) en el Valle de Napa, en California, territorio de viñedos y de inversores en vino. A veces también de buenos vinos.

La organización, en manos del grupo catalán GSR, es monstruosa: un centenar de personas desplazadas y tres jamones confiscados en la aduana al mismísimo presidente del encuentro, José Andrés, conocido en España por sus programas culinarios en TVE y celebrado en Washington por ser uno de los mejores chefs de EEUU. Del centenar de participantes, 60 son cocineros llegados de Cataluña, Andalucía, Valencia, el País Vasco, Asturias...

NUTRIDA CONVOCATORIA ¿Y qué hace esa federación ibérica a 150 kilómetros de San Francisco? Participar en el décimo congreso del The Culinary Institute of America (CIA), World of Flavors, que por primera vez en una década dedica el encuentro a un país y no a un producto. Podrían haber elegido Francia, Italia o Japón, pero han puesto los gorros en dirección a España.

El responsable de esa inclinación y reverencia es José Andrés, que ha convocado a los chefs tecnoemocionales (Ferran Adri , Joan Roca, Dani García, Andoni Luis Aduriz, Nandu Jubany, Carles Gaig, Carles Abellan, Oriol Balaguer, Francis Paniego, Joaquín, Felipe, Manolo de la Osa, Pedro Morán), los tradicionales (Miguel Palomo, Cándido López, Rafael Vidal) y expertos oteadores del producto (Lloren§ Petr s y Enric Canut).

El resultado de esa alianza son las clases magistrales y las degustaciones (12.500 raciones) para 700 congresistas. Los chefs transatlánticos han tomado el castillo del Culinary Institute of America, en Santa Helena. Cochinillos en hornos al aire libre, 3.000 cal§ots (cebollas tiernas) a la parrilla, arroces en una decena de paellas transportadas desde Valencia, tapas vanguardistas, pinchos clásicos, aires y espumas. Retablo de la mejor cocina española en busca de paladares norteamericanos sin memoria.

Como ha dicho Greg Drescher, director de World of Flavors: "Después de una copa de vino y de unos quesos, todo el mundo se entiende". De momento, los vinos son californianos y los quesos, franceses. Y el aceite, italiano, por supuesto.

La conquista del mercado de EEUU se presenta larga y ardua. Pero hay una pequeña victoria: han aprendido a plantar cal§ots ("Hemos tardado !cinco meses!", explica Andrés), y con esas cebollas catalano-californianas comienza la conquista de América.