Madonna ha convertido la polémica en su ecosistema. Tras soportar un aluvión de críticas por parte de asociaciones que la acusaban de haber tramitado de forma irregular la adopción de un niño de 13 meses en Malaui, la diva sacó ayer del país al pequeño. David Bonda dejó ayer Malaui rumbo a Suráfrica en un avión privado y escoltado por guardaespaldas y una niñera.

Un miembro del Comité Consultivo sobre los Derechos Humanos del país africano dio ayer la noticia. "David finalmente se fue. Teníamos varios hombres en el aeropuerto que vieron un pequeño avión irse con él a bordo", explicó Maxwell Matewere, director de la asociación Eye of the Child (el ojo del niño). Un funcionario del aeropuerto de Lilongwe aseguró ayer a la agencia Associated Press que el niño dejó el país con un pasaporte malauí y un visado estadounidense. Pero, las personas que viajaban con él dijeron en la aduana que irían a Inglaterra vía Suráfrica.

CON NIÑERA El séquito que acompañaba al niño estaba formado por cuatro personas. Dos eran estadounidenses y otras dos, británicas. Según el funcionario, que pidió mantenerse en el anonimato, en uno de los pasaportes aparecía la palabra niñera en el apartado de la profesión. Algunos grupos defensores de los derechos humanos pidieron ayer a las cortes de Malaui que revisen el fallo que permitió a Madonna adoptar un niño del país, alegando que quieren asegurarse de que no se violaron las leyes de protección del pequeño para beneficiar a una estrella generosa con el país.

El Alto Tribunal de Malaui le otorgó el jueves la custodia preliminar a Madonna y a Guy Ritchie aun cuando la ley exige que los padres vivan en el país un año mientras Bienestar Social investiga su aptitud. La portavoz de Madonna explicó que el niño no salió el viernes porque quedaban asuntos legales pendientes.