El mundo del soul amaneció ayer sin Ray Charles, el mítico artista ciego, siempre con sus gafas negras y chaquetas brillantes que durante 50 años fascinó con su voz y su capacidad para combinar diferentes estilos musicales.

Los reconocimientos procedentes de todo el mundo comenzaron a llegar hoy en memoria del cantante, pianista y compositor de 73 años que, "con oídos como esponjas, que lo absorben todo", según le gustaba decir, consiguió dar un toque de soul a todo lo que interpretaba.

Charles, que falleció el jueves en su casa de Beverly Hills, cerca de Los Angeles, a causa de una grave dolencia hepática, influyó en músicos tan variados como Elvis Presley, Aretha Franklin, Stevie Wonder o Billy Joel.

"Es un genio porque nadie puede confinarle a un único género. No era sólo rhythm and blues, era jazz también... excepto por B.B. King, no hay ninguna otra figura tan importante durante tanto tiempo tiempo", dijo Joe Levy, editor de la revista musical Rolling Stone .

Ciego desde los siete años y huérfano desde los 15, Charles se dedicó desde los comienzos de su carrera a explorar las fronteras entre diferentes estilos musicales y en todos dejó la huella de su voz y su acento sureño.