En el año 2010 Blame the dog llegó "a la velocidad crucero". En febrero se metieron en el estudio para grabar su primer disco largo, que lleva el nombre de la banda. Compartieron cartel en el festival Sonorama, de Aranda del Duero, con Los Planetas o Sidonie, "un subidón", según Emilio Vázquez, guitarra del grupo pacense. Fueron nominados como grupo revelación en los Premios de la Música Extremeña y ficharon por la discográfica independiente más antigua de España, Flor y Nata. Para cerrar un imaginario círculo presentan esta grabación en un concierto en la sala Aftasí de Badajoz, mañana a las 22.30.

El cuarteto formado por Emilio Vázquez, Alfonso Agúndez (voces / guitarra), Nacho García (batería) y Rubén García (bajo) bordea la treintena y, como otros muchos grupos, sus biografías están construidas de experiencias más o menos fugaces, más o menos felices, más o menos logradas. La mayoría procede de la escena musical de Badajoz de la pasada década. Pero fue la llegada del batería a la capital pacense la que actuó como catalizador para que a mediados del 2008 fructificara Blame the dog. "Era la primera vez que hacíamos algo que funcionaba realmente". Cuestiones de amistad, de afinidad que dan cohesión a los grupos. Y resultado también de una pelea interna por definir un sonido "guitarrero", que salta a primera vista cuando se escucha el disco.

"El sonido es una consecuencia de influencias radicales en nosotros mismos. De mi gusto por el rock, de la cercanía de Nacho García al heavy metal o de la preferencia de Alfonso Agúndez por el pop. De esa mezcla sale nuestro sonido, que a veces suena a rock, pero también a folk o tiende al pop, pero con el sonido potente de las guitarras".

Blame the dog alcanza esa velocidad de crucero en un momento de emergencia de bandas en Extremadura. "Es un panorama activo, en el que no predomina un estilo como el nuestro", declara Vázquez. "Hay iniciativas, locales, algunos festivales y circuitos como el Play Cáceres, pero es complicado tocar y negociar con cada sitio, parece que casi te hacen un favor por tocar, y de hecho en algunos lugares pagas por hacerlo". El universo vocal de Blame the dog es inglés. "Pero me resulta más fácil escribir las letras en español. Por nuestro estilo pega más el inglés. Se acerca más a lo que queríamos hacer".