Rocío Jurado salió ayer por la tarde de Houston como un testigo protegido. A escondidas y entre fuertes medidas de seguridad, abandonó en coche la clínica Anderson. Y a escondidas también se subió al avión-UCI en el que esta mañana aterrizará en Madrid. De despedida, la cantante sólo dejó un escueto parte médico con el alta hospitalaria. Muy debilitada, Jurado ha querido ser invisible en su vuelta a España. Pero el regreso, además de revolucionar a la prensa, ha llegado hasta el Consejo de Ministros: Jesús Caldera propondrá hoy concederle la Medalla de Oro al Mérito del Trabajo.

Si todo va según el guión, cuando el Gobierno apruebe la condecoración, Jurado habrá ingresado en el Hospital Montepríncipe de Madrid, donde permanecerá "los días que sean necesarios", aseguró ayer su hermano, Amador Mohedano.

FAMILIA Y COCIDO En contra de lo que había dicho la familia, Rocío Jurado no salió por su propio pie de la clínica, en la que ha permanecido más de dos meses. Ni por supuesto hizo declaraciones. En su lugar, fue Mohedano el encargado de poner palabras al ánimo de la artista. "Está superfeliz y emocionada --dijo--. Pisar suelo español será su mejor cura". Lo primero que hará, explicó, será ver a sus "hijos y nietos, porque es como una gallina clueca". Lo segundo, "comerse un plato de cocido".

La salida de la cantante de Houston tuvo tratamiento de gran acontecimiento en las televisiones. El programa A tu lado, de Tele 5, intentó transmitir en directo la salida, con conexiones desde el mismo aeropuerto. Pero, al final, el horario se la jugó y no pudieron dar la noticia del despegue: se tuvieron que contentar con emitir las imágenes de una ambulancia. Gente, en TVE-1, tuvo más suerte y dio en primicia el adiós a Houston.

Tanto el marido como la hija de Jurado la acompañaron en el avión, que despegó sobre las ocho de la tarde y que un amigo les había prestado para que instalaran una UCI móvil. La cantante afrontó las casi 14 horas de travesía --calificada de alto riesgo-- con un dispositivo médico que, además de dos doctores y dos enfermeras, incluye un desfibrilador, un monitor, un respirador y una bomba de perfusión.

Sobre las siete de la mañana, el avión aterrizará en Torrejón de Ardoz. En Houston, la cantante dejó un historial lleno de traspiés, con una operación en los conductos biliares, una infección y fuertes hemorragias.