La de ayer es una fecha a recordar para letras hispanas. No todos los días salen a la luz de golpe más de un centenar y medio de poemas póstumos de un autor de la talla de Blas de Otero. Hojas de Madrid con La Galerna, publicado por Galaxia Gutenberg bajo el criterio de Sabina de la Cruz --último gran amor del poeta y depositaria de su obra--, pone fin al misterio que había rodeado al legado creativo del poeta bilbaíno, fallecido en Madrid en 1979 a la edad de 63 años, y supone un inesperado regalo para sus seguidores, pues en él se muestran inéditos y sorprendentes perfiles humanos del poeta.

"Es un libro asombroso", en palabras de la editora. El volumen contiene 306 poemas, de los que 161 se publican ahora por primera vez, y supone una suerte de diario en verso que recorre a vuelapluma los últimos 10 años de vida de Blas de Otero. El autor de Angel fieramente humano empezó a tomar las primeras notas de Hojas de Madrid en 1968, a su regreso de Cuba, donde había vivido un año, y tras ser operado de un tumor cancerígeno. "Blas no se enfrentó a la enfermedad apesadumbrado, sino con ganas de seguir viviendo", recuerda.