Los 10.500 deportistas que competirán en Pekín cuentan las horas que faltan para el inicio de la cita olímpica, donde ansían recoger el fruto de muchas horas de trabajo y entrenamientos con el único fin de llegar a una cita de estas característica, sabiendo además, que muchos de ellos no obtendrán un buen resultado y no recibirán reconocimiento alguno a todas las horas de sacrificio. Como ellos, los 1,7 millones de personas movilizadas por el comité organizador --79 por cada periodista acreditado; 162 por cada deportista-- también esperan que todo salga bien y que esos 15 días hagan bueno el trabajo realizado hasta ahora.

De ese ingente grupo de voluntarios, 100.000 trabajan directamente para el Comité Organizador de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, entre los cuales unos 950 son extranjeros, provienen de 65 países diferentes y hablan 47 idiomas, convirtiendo los Juegos Olímpicos en la cita multicultural por excelencia. Otros 400.000 voluntarios prestan ayuda en los quioscos que hay instalados en todas las calles de Pekín. Un millón de personas más trabaja en las comarcas y, finalmente, otros 200.000 son animadores que ejercen durante las competiciones.

Los cubos azules

Los 100.000 que participan directamente en los Juegos son el eje del voluntariado. Según Jian Liu, director del Departamento de Voluntarios del Comité Organizador, 74.615 trabajarán durante los Juegos Olímpicos y otros 30.000 en los Paralímpicos, que comenzarán justo a continuación de que concluya la cita olímpica. Transporte, seguridad, organización, espectáculos, prensa y apoyo técnico, médico y lingüístico son las áreas en las que prestarán su ayuda, tanto en los estadios de competición y de entrenamiento como en la Villa Olímpica.

Los Juegos también han transformado Pekín en un paisaje particular, con 550 quioscos en los que trabajan 400.000 voluntarios. Conocidos como cubos azules, de unos 12 metros cuadrados y con 6 o 7 voluntarios cada uno, ofrecen información y servicios de emergencia y de traducción para los visitantes. En enclaves concretos, los servicios incluyen información sobre horarios de trenes y autobuses, compras, gastronomía e incluso visitas guiadas a las atracciones turísticas. Todos los servicios son bilingües: chino e inglés. De momento, no se ofrece el servicio en español.

Las cifras de voluntarios ponen de manifiesto el amplio apoyo del pueblo chino a los Juegos, que se han convertido en un acontecimiento histórico para país asiático. Según Shixiong Wang, cónsul general de China en Barcelona, en la organización del voluntariado han aprendido mucho de la experiencia de los Juegos de Barcelona.

Estudiante a los 48

Sonia Santamaría es venezolana, esposa del empleado de una petrolera que trabaja en China. Tiene 48 años y es madre de cuatro hijos pero en junio volvió a ser estudiante. Recién terminada su formación, desde el domingo trabaja en el Parque Olímpico. Ella es una de los 950 voluntarios extranjeros que participará en los Juegos Olímpicos, distribuidos en 18 estadios, la Villa Olímpica y zonas públicas, todo un gran despliegue para hacer que los Juegos sean todo un éxito y sean reconocidos a nivel mundial por la organización china.

El pasado mes de marzo, cuando Sonia rellenó la solicitud, no estaba segura. No de querer hacerlo, sino de poder lograr una plaza. Como ella, había 21.744 solicitantes de 189 países para menos de mil puestos, cuya misión será atender a los espectadores extranjeros y a la prensa y dar apoyo lingüístico a los voluntarios chinos.

"Me sobran los motivos para ser voluntaria", explica Sonia. "Me gusta el deporte (¡y soy del Barça!). Vivo en Pekín desde hace medio año y he conocido a gente fabulosa, así que quiero ayudarles a lograr un gran éxito en los Juegos. Y no solo por los chinos sino también por todos los deportistas. Ese sería mi mejor recuerdo de China", reconoce.

La suerte le sonrió. Tras una serie de exámenes y entrevistas, principalmente en inglés, aunque por momentos también en chino, en junio le llegó un correo electrónico con la oferta. La formación de todos ellos terminó el domingo con la Canción de los voluntarios y Sonia y sus compañeros empezaron a trabajar ayer en los Juegos Olímpicos. "Estoy supercontenta, preparada. Y toda mi familia me apoya".