El año 1992 representó el no va más en Cáceres. Sus cuatro clubs más representantivos (Cacereño, Cáceres CB, AD Cáceres y AD Extremadura) subieron de categoría, en los tres últimos casos a la máxima, en tanto que la entidad futbolística, la más histórica de toda la ciudad, ascendía a la Segunda División B.

Casi 13 años después, hay quien no acaba de creérselo, pero entonces se decía claramente que se podía mantener a todos. No fue posible y, poco a poco, todos fueron descendiendo peldaños. Hoy, pasado el tiempo, el Cacereño está en Tercera, la AD Extremadura en Primera División A (la tercera categoría en el escalafón), en tanto que el Cáceres y la AD Cáceres sólo han bajado un escalón, con el añadido --con tintes de milagro-- de que el club de baloncesto se mantuvo durante once años en la superélite , en contra del más optimista de los pronósticos.

"Yo creo que tenemos que trabajar para que, al menos uno, esté en lo más alto, y Cáceres lo merece", dijo ayer a este diario el concejal de Deportes, Lázaro García, a quien le gustaría especialmente que el club de voleibol regresase a la máxima categoría, "pues son gente que está trabajando muy bien", aunque también abra la puerta al resto.

La nostalgia se ha apoderado de parte de la afición que cubría buena parte las gradas del estadio Príncipe Felipe y llenaba por completo las canchas de baloncesto, voleibol y fútbol sala. Todos, menos el Cacereño, han conservado su público fiel, excepto el histórico club de fútbol: durante esta última temporada está batiendo sus peores registros de asistencia: ni los más fieles están acudiendo a presenciar los encuentros.

En voleibol y fútbol sala, minoritarios, la respuesta es homogénea. En el caso del baloncesto hay también algún abandono , pese a conservarse una aceptable cifra de 1.700 socios.