Alberto Contador, suspendido provisionalmente por la Unión Ciclista Internacional (UCI) por un presunto dopaje en el pasado Tour de Francia, aseguró ayer a través de su Twitter estar "realmente triste y desilusionado". "Por más que intento no logro entender nada", apunta en el breve escrito de esta red social.

Por esta misma vía, el pasado lunes también aseguró que sigue "teniendo total confianza en la WADA y la UCI y que todo esto terminara rápido y bien".

Fuentes próximas al ciclista indicaron ayer a Efe que había decidido no hacer más declaraciones por no "dar pábulo" a todo lo que está saliendo publicado y no tener que "replicar" cada nueva información que aparece sobre el asunto del presunto dopaje con clembuterol.

Contador, que, por tanto, tiene previsto no hablar más hasta que todo se aclare, rechaza "radicalmente" todo lo que se está diciendo respecto a las autotransfusiones de sangre, aseguraron esas mismas fuentes.

CONFIANZA DE SU DIRECTOR El director del equipo Saxo Bank, Bjarne Riis, reiteró ayer su confianza en la inocencia de Contador, aunque se mostró preocupado por la resolución final del conflicto. "Me acabo de reunir con Alberto y por el momento no tengo ninguna razón para no creer en él", declaró.

"Tengo miedo de que esto acabe en un juego político, y de verdad que espero que no sea así. Sería una desgracia increíble para todas las partes", dijo con tristeza el dueño y director del equipo de Dinamarca.