La Liga EBA va a estar menos extremeñizada que nunca. La región, que en el pasado ha llegado a tener hasta cuatro clubs en esta competición --actualmente la quinta en el escalafón del baloncesto español-- tendrá la próxima campaña únicamente al Hartizza Almendralejo como representante, si es que no hay un giro en los acontecimientos.

La zozobra extremeña ha sido evidente. El Hartizza Almendralejo es por el momento el único que ha completado la inscripción y además saldrá con un presupuesto menor al de pasadas campañas. Ha confirmado que Javier Bohigas será su entrenador en sustitución de Eulogio Martín y ultima además un convenio de colaboración con el Mérida Patrimonio de la Humanidad, que ha logrado continuar en LEB Bronce. Los dos equipos compartirán jugadores jóvenes.

SIN DINERO Otros proyectos de Extremadura en EBA se han frustrado, siendo el más significativo el del histórico Doncel de Villanueva, que tras ser uno de los buques insignia del baloncesto regional en las últimas décadas no ha resistido a nivel económico e institucional el abandono de su presidente, Justi Pino.

Tampoco Trujillo conservará el equipo que tuvo la pasada temporada gracias a la vinculación con el Cáceres 2016, que le cedió la plaza que había logrado una de sus partes, el San Antonio. La ciudad trujillana no ha encontrado los recursos suficientes y tampoco el Cáceres ha conseguido resituar el equipo en alguna localidad cercana.

En Badajoz, el ABP logró el ascenso hace unos meses, pero tampoco ha sido capaz de reunir financiación y su fusión con el Habitacle, fuera de las ligas LEBs, se frustró cuando iba por buen camino.

La Federación Extremeña asume con resignación la situación. El grupo D extremeño-andaluz queda con apenas 13 equipos.