El presidente del Tribunal de Cuentas, Ubaldo Nieto, dijo ayer en el Congreso que la Federación Española de Fútbol (RFEF) "no justificó" las subvenciones recibidas en los años 2002 y 2003, aunque el informe elaborado por este organismo sólo "aprecia indicios de responsabilidad contable y no penal".

Nieto explicó en la comisión Mixta para las Relaciones con el Tribunal de Cuentas que el "Informe de fiscalización de la financiación pública de la RFEF y control del destino de dichos fondos por parte del Consejo Superior de Deportes en 2002 y 2003" demuestra que el control del CSD "fue muy insuficiente" y que los justificantes de la RFEF "no permiten conocer el destino de las subvenciones".

FALTA DE CONTROL El presidente del Tribunal señaló que el informe refleja que la RFEF "no justificó" los 23 millones de euros que recibió del Estado y que el "Consejo Superior de Deportes no controló". El Informe ha pasado ahora a la sección de enjuiciamiento del Tribunal de Cuentas, donde está en la fase de diligencias previas y donde se determinará si hay responsabilidades penales.

"Hasta ahora el fiscal no ha explicitado más responsabilidades que las contables en unos quince casos, la mayoría por falta de justificantes, facturas dudosas, certificaciones ficticias", explicó el presidente, que aludió a dos expedientes de obras en Tenerife en los que "la justificación de la subvención no se corresponde con la obra realmente ejecutada y el importe contabilizado por la RFEF es inferior a los pagos efectuados".

Ante las preguntas de los portavoces de Coalición Canaria, Luis Mardones, y del Grupo Popular, Francisco Antonio González, sobre la conveniencia de modificar la normativa vigente para permitir un mayor control por parte del CSD, Nieto no lo consideró necesario. "Nuestra recomendación va encaminada a que el CSD revise los fundamentos y criterios en que basa su política de subvenciones y en que desarrolle un sistema de control efectivo para concesiones, aplicaciones y la justificación de las subvenciones", dijo.

Los grupos parlamentarios, que ahora podrán elevar propuestas de resolución, hablaron de "desorden y descontrol" para referirse a la situación de la RFEF y según el portavoz socialista, Luis Salvador, que recordó que durante el periodo analizado gobernaba el Partido Popular, "el contenido del informe es alarmante".