Fin de fiesta por todo lo alto para la plantilla del CD Badajoz que celebró el ascenso a Segunda B con unos 2.000 aficionados en la Plaza de España. Los jugadores llegaron al ayuntamiento en el autobús del club y fueron recibidos por los más pequeños, los integrantes de la Academia del CD Badajoz. Los aficionados gritaron «orgullosos de nuestros jugadores» y el cántico más clásico de este ascenso, «Badajoz te quiero, te vengo a ver, Badajoz te quiero, te vengo a ver ascender», una canción de la Grada 1905.

Tras la recepción del alcalde Francisco Fragoso, en el balcón del ayuntamiento el capitán David Parada, coreado por los seguidores y afónico, exponía: «el año que viene el equipo está en la categoría de bronce pero esto no queda aquí, el club será lo que vosotros queráis y el año que viene iremos a por más y el siguiente a por más...». Sus compañeros bromearon con el cántico: «no tiene nada, Parada no tiene nada...», en alusión a la lesión en su mano que le impidió jugar la parte final del play-off.

«Sois lo más grande que tiene esta ciudad», dijo el goleador Juan Ramón Ruano a la familia blanquinegra. «Se me ponen los pelos de punta cada vez que se os escucha en la grada. Os dije a los que estábais en Calahorra que estuviérais tranquilos que lo íbamos a lograr y también fue emocionante ver después las imágenes de la gente en los bares en Badajoz. Hay que aspirar a cotas más altas y esta ciudad se merece otro ascenso y quiero vivirlo con vosotros. Me fui en Segunda B y os dejo en Segunda B. Espero volver a Segunda en poco tiempo».

Joaqui Flores, teñido de rubio por una promesa de ascenso, subrayó que «es un orgullo ascender con el equipo de mi ciudad, os lo merecíais desde hace años, espero que disfrutéis porque sois los mejores y recuerdos a mi peña del Cerro de Reyes». Y el también pacense Álex Herrera expuso que «tuve la suerte de vivir otro ascenso pero este ha sido más especial y agradezco el apoyo».

«Marrero quédate» fue otro de los cánticos más populares en la versión tradicional y en una añadida por los jugadores que acaba diciendo «...sin respiración». El entrenador del Badajoz declaró también que «nos han metido de leches por todos lados, hemos sufrido, hemos llorado, nadie daba un duro por nosotros y el gigante ha despertado, estamos en Segunda B, ¡viva el Badajoz!. Gracias a los 22 jugadores y a su gran corazón por todo lo dado, al capitán Garfio llamado Parada y a la afición».

Otro de los momentos más simpáticos fue la intervención de David Copito, director deportivo del club, que dijo que «en cinco años he venido cuatro veces al Ayuntamiento entre el pregón y los ascensos. Estoy muy agradecido por lo que habéis hecho» y acabó diciendo que «eran una puta banda pero ha hecho felices a mucha gente. Se han llevado muchos palos este año pero se han unido» y cantó: «La banda de Copito es de Segunda B...».

EL PRESIDENTE / También se arrancó a cantar el presidente, Pablo Blázquez. Antes recordó que «hace 5 años estábamos manifestándonos porque el club desaparecía y es mérito de vosotros y de los aficionados que cogieron las riendas. De vosotros dependerá el proyecto que podamos hacer el año que viene. Muchas gracias por el apoyo porque ha sido impresionante lo de la afición» y se puso a cantar la emotiva canción de la Grada 1905.

También hubo mención a Angelito que perdió a su hermana en la noche previa al partido en Calahorra y decidió quedarse con el equipo. El utillero dijo que «este club es el más grande de toda España y quiero deciros que esta victoria os la merecéis y vamos a por el ascenso a Segunda». Y de igual modo, el aficionado Samuel Colomer, muy emocionado dirigió unas palabras a los seguidores.

La celebración finalizó con el tradicional baño en la Fuente de la Constitución. El próximo baño de masas será ya con el Badajoz jugando en Segunda B, un premio a la fe, el esfuerzo, la constancia y sobre todo el compromiso de unos jugadores y entrenador con calidad y experiencia que se han dejado la piel por el escudo blanquinegro. Y el resultado es este, un ascenso memorable y una ilusión indescriptible en la ciudad. Vuelve el gigante con la fuerza de siempre.